Restaurant Hotel Terralta en Campelles

Para ser un hotel de 2 estrellas está más que bien, la habitación es algo pequeña PERO la cama es muy cómoda, las vistas geniales, cálida y limpia, la comida son abundantes y muy muy rico todo lo que hemos pedido, un aplauso a la o el cocinera/o, tanto Wilmer como Carla que nos han atendido son muy atentos y familiares, hemos ido con nuestros perritos y hemos disfrutado con mi marido de 3 días excepciones, pondré fotos y seguramente si podemos volveremos

Lo mejor las áreas comunes y la comida.

Escapada ideal para 2!! Hemos pasado una noche en este hotel y hemos aprovechado para hacer un trekking hasta la Vall de Núria. Los alrededores de la zona del hotel son espectaculares y Terralta es un sencillo hotel rural con mucho encanto. La habitación muy bien y la parte de restauración estupenda, superando en todos los aspectos nuestras expectativas. Nos quedamos a cenar en el hotel, después de un día de caminata larga y nos pusimos las botas! ofrecen un menú por 20 euros muy completo y sabroso. En nuestro caso pedimos dos cremas de puerro, carrillera con puré de patatas, pollo a la brasa con patatas y carrot cake y tarta de queso, ambos caseros, de postre. El desayuno que teníamos incluido en la reserva muy variado y completo. Un alojamiento 100% recomendable!!

Son muy amables, la ubicación está en medio del campo, la habitación normalita, pero el baño fatal.

Hotel situado en un enclave de ensueño, vistas increíbles. Buen servicio por parte de recepción y camareros. Comida muy buena. El hotel en si es muy antiguo, equipaciones y decoración de los años 70. La calefacción no funcionaba y pusieron una estufa en la habitación. En el comedor y resto de espacios comunes hacia frío, el camarero y recepcionista iba con chaqueta de plumas por dentro del hotel.

Estuvimos hace dos semanas y la experiencia fue muy buena, hotel tranquilo, rural, sensación de casa. La comida estaba espectacular.

Lindo y confortable pase una noche con mi familia unas vistas de encanto Desayuno buffet libre gran variedad

Hotel tranquilo en zona de montaña, con un acceso bastante apartado, habitación correcta aunque algo anticuada y con mobiliario escaso, así como su iluminación, buenas vistas. Personal amable, se come bien, aunque no hay mucha variedad, precios aceptables. Mobiliario de zonas comunes agradable, con maderas nobles y herrajes que tienen ya bastantes años, lo que le da un aspecto distinto. Si te gusta la tranquilidad es un buen sitio apartado para desconectar.

Un hotel rural con mucho encanto en un lugar privilegiado y el restaurante genial. Muy recomendable si se quiere visitar la zona

Volviendo de un viaje reservamos este hotel y debo decir que está casi en el medio de la nada después de una carretera con curvas suaves nos encontramos en un lugar tranquilo y hermoso! Ambiente cálido y familiar, propietario y personal muy amables. cenamos con productos frescos y buenos! El desayuno era un buffet con bebidas frías y calientes. Aparte de la carretera lo recomiendo.