Restaurant CNCB en Cambrils

Espectacular sitio , ambiente y comida Top 🔝 . Antención excelente por Laura .

Todo genial. La cena espectacular. El servicio amabilisimo en concreto Laura y Valentín. La ubicación inmejorable.

Reservamos en CNCB para una comida familiar y el sitio nos gustó mucho. Está bien ubicado, con una terraza grande y un comedor interior bonito, con detalles náuticos sin caer en tópicos. El trato fue muy correcto, aunque en algunos momentos parecían un poco desbordados. La comida, bastante buena. Pedimos fideuà, croquetas de marisco y pulpo a la brasa. Todo estaba sabroso y bien presentado, aunque sin grandes sorpresas. La fideuà fue lo mejor, con buen fondo y fideos en su punto. El pulpo estaba bien hecho, aunque le faltaba un toque más atrevido para destacar. Ideal para una comida tranquila junto al mar, sin esperar fuegos artificiales pero con producto bien tratado. Volvería si estoy por la zona, sobre todo por la terraza.

Un sitio que sorprende. Está algo escondido pero se nota que tiene una clientela fiel. Fui por recomendación local y salí encantado. El menú diario es una joya: platos bien elaborados, con producto fresco y sin complicaciones. Pedí una crema fría de melón con jamón ibérico y luego una merluza al horno que se deshacía. De postre, una tarta de queso cremosa que todavía recuerdo. Todo bien presentado, con porciones generosas y sabores equilibrados. Lo mejor es la relación calidad-precio. En una zona donde muchos sitios viven del turismo rápido, aquí hay mimo por lo que se hace. Muy recomendable para una comida tranquila y sabrosa sin dejarte un dineral.

Buena comida y muy buen servicio. Amables y rápidos.

Lugar muy típico, personal amable y excelente vista del puerto.

Muy buen ambiente y buena comida

Pequeño paraíso para!desconectar y divertirte.

Reseña: Nuestra visita a este restaurante fue, lamentablemente, decepcionante en general. A pesar de su prometedora ubicación, el restaurante no cumplió con nuestras expectativas. La comida tardó muchísimo en llegar; esperamos aproximadamente una hora y media por nuestro pedido. Cuando finalmente llegó, tuvimos que devolver varios platos porque estaban demasiado crudos o demasiado cocidos. Los platos que volvimos a pedir estaban bien, pero su sabor era bastante mediocre y no fueron especialmente memorables. Las porciones también eran bastante pequeñas, lo que perjudica la relación calidad-precio. Como aspecto positivo, cabe destacar los aperitivos: no solo se sirvieron rápidamente, sino que también estaban deliciosos; sin duda, fueron el plato estrella de la noche. La barrera del idioma fue otro problema: la comunicación fue difícil porque los camareros hablaban poco o nada de inglés. Esto provocó malentendidos y contribuyó a la confusión general. En general, el servicio parecía estresado y desbordado, lo que, lamentablemente, también se reflejó en el trato a los comensales. Sin embargo, como aspecto positivo, nuestro camarero se mantuvo amable a pesar de todo e intentó sacar lo mejor de la situación. En resumen, el restaurante, lamentablemente, no cumplió con las expectativas que uno podría tener dada su privilegiada ubicación. Lo mejor es simplemente disfrutar de un cóctel en un ambiente realmente encantador; sin embargo, no lo recomendamos para una cena completa.

Un sitio muy bonito, la comida muy buena y el servicio muy atento. El mejor camarero Carlos, muy simpático.