Nos llamó la atención su fachada al pasar con nuestro coche desde Algeciras en visita a Tarifa.
Recalamos en el lugar a la hora del vermut y tras saborear una rica Provoletta elaborada al carbón con fresquísima rúcula que la remataba y hacía mas ligera y deliciosa ,volvimos un rato después para almorzar.
Reni,la propietaria muy amable nos explicó tras un comentario que le hice sobre lo bonito del lugar,que era una antigua cochera taller que habían recuperado como hermoso restaurante.
Marco nos atendió la mesa con mucha profesionalidad y detalle e hicimos un almuerzo muy tranquilo y sabroso que seguro visitaremos en oras ocasiones en que visitemos Tarifa.