Buenas tardes, íbamos como pareja, con el sentido de un 5/5 .
Nada más llegar nos pusieron un vino tinto caliente, las sillas súper incómodas.
El aire condicionada creímos que no existía, en pleno Agosto, en una zona interior
.
Nos pedimos la carne, con una gran expectativa, ya que en Google nos salía un 5/5 .
La carne súper salada, estaba bien hecha pero para ser tarifa pagamos 100€.
Repito, se pago 100€, sin botella de vino y sin postre. Nos esperábamos algo más y la carta bastante reducida .
Nos llamó la atención su fachada al pasar con nuestro coche desde Algeciras en visita a Tarifa.
Recalamos en el lugar a la hora del vermut y tras saborear una rica Provoletta elaborada al carbón con fresquísima rúcula que la remataba y hacía mas ligera y deliciosa ,volvimos un rato después para almorzar.
Reni,la propietaria muy amable nos explicó tras un comentario que le hice sobre lo bonito del lugar,que era una antigua cochera taller que habían recuperado como hermoso restaurante.
Marco nos atendió la mesa con mucha profesionalidad y detalle e hicimos un almuerzo muy tranquilo y sabroso que seguro visitaremos en oras ocasiones en que visitemos Tarifa.