Raíces. en Ávila

Un magnífico sitio para visitar en Ávila. El trato del chico joven que nos atendió inmejorable.

Está en una buena zona y la comida está muy muy rica, pero escribo la reseña para hacer una mención especial a Moha, el chico que nos ha atendido, súper competente y atento, así da gusto, nos ha ofrecido un servicio de 10. Nos vamos encantados y volveremos.

Está genial, todo buenísimo, los camareros muy majos y sitio bonito

Debo compartir lo agradable que fue nuestra cena en este restaurante por la amabilidad y el buen trato del mesero Javier. La comida estuvo exquisita, el vino excelente y el ambiente muy agradable pero el trato de este joven; amable, sonriente, muy respetuoso y atento fue lo que hizo de nuestro tiempo allí uno muy especial. Gracias Javier pues nos brindaste algo que en 8 días en España no habíamos recibido (y visitamos sobre 16 restaurantes en esos días). Hiciste la diferencia y partimos de España muy agradecidos.

Lugar muy agradable junto a la muralla, un cervicio fantástico y cordial, unas tapas estupenda con las cervezas y el chuleton fantástico. No te lo puedes perder.Su dueño José encantador , el chico que nos atendió magnifico, Javier. Un lugar dignó de visitar en Ávila, estarás cono en casa si te gusta el ambiente campechano y hogareño, está noche lo vuelvo a visitar

Hemos ido esta tarde a tomar un par de tercios cada uno y un plato de huevos rotos (éramos dos). La verdad todo muy bien y por el tema del gluten un 10. Los huevos buenísimos y la cerveza es la mejor que hay. Mahou.

Acogedor establecimiento, la atención del personal muy buena, camarero joven super atento, da gusto encontrar profesionales jóvenes. La comida en su punto y de calidad con oferta fuera de carta recomendable.

El servicio bueno la comida muy buena lo único que le falla es el espacio muy pequeño pero por lo demás un nueve.

Tuvimos ayer una Comida y éramos un grupo grande (19) y comimos fenomenal tanto de calidad como de cantidad y el servició también estupendo . Recomendable 100%

Muy agradecidos, nos dieron de cenar cuando el bar de al lado no quiso. Fueron muy amables y el camarero moreno con el pelo rizado, una máquina. Después de cenar bajaron las luces y se convirtió en un pub. En fin. Un acierto.