Puerto Niza Brasería en Rincón de la Victoria

Exquisito todo, Arturo como siempre excepcional y sus compañeros y la cocina un lujo. Gracias por todo

La tarta de queso d postre es un mil!! El cochinillo exquisito, bien asado y crujiente 😍

Un almuerzo increíble. Jamón y queso. Pescado, cerdo y un postre maravilloso, todo maridado con vino. Un lugar estupendo para comer.

Todo muy rico, muy buena relación calidad precio, pero lo mejor: el trato, el conocimiento y la atención por parte de todo el personal. ENHORABUENA. Volveremos. Probar atún es obligatorio

Experiencia en Puerto Niza Braseria, Torre de Benagalbón (Rincón de la Victoria, Málaga). Ubicado junto a la N-340, a escasos 100 metros de la playa. Es fácil aparcar en la calle sin salida que sube al local o en la propia carretera. ​El establecimiento es moderno, de decoración sobria y elegante, dominado por tonos claros y el blanco impoluto de los manteles. Lo más destacable es la luz de su terraza a piso de calle, un paraíso interior que irradia oxígeno y libertad. El educado, amable, profesional y disciplinado personal te atiende con rapidez. No has hecho más que sentarte y ya estás contento; esto pinta muy bien. ​Como oferplanista, partimos de altos estándares y gran exigencia. Habiendo hecho esta salvedad, pasamos a la comida. ​Entrantes: Sabor a Málaga y Excelencia Artesanal La carta de presentación es un chorreón de aceite picual sobre un pan de masa madre maravilloso, seguramente hecho en el propio local. Le sigue una media ración exquisitamente presentada de chorizo Revilla con muy buen queso. ​El tercer entrante es una obra de arte y posiblemente la mejor ensaladilla rusa del año. No se elabora de forma tradicional, sino con sabrosos cuadraditos de patata, servida a temperatura ambiente (no fría), con una fina mayonesa de la casa llena de sabor, y decorada con huevas. Una joya crujiente y refrescante. ​Para culminar, dos croquetas por persona (carrillada y jamón) en una fina bandejita individual. Maravillosa la textura y el sabor de ambas. Hechas en cocina, no prefabricadas. La cremosidad de la bechamel se funde en el paladar. La de jamón es otro monumento a la croqueta, pero ambas me supieron a poco. ​El Punto Crítico: Los Platos Principales Lamentablemente, hubo incomprensión en los principales. El cocinero merece un 10 por la inventiva, presentación y creatividad. En mi plato (lagarto ibérico), pintó un cuadro original: dos islas separadas por un océano blanco. Una isla con la mejor patata asada que he comido y una playa de salsa tipo mojo canario excelente. La otra isla estaba habitada por unos lagartos famélicos y alargados, casi testimoniales. En lugar de lagarto, el plato debería llamarse: "Patata asada con mojo al fino sabor del lagarto ibérico." ​La otra variante fue un inmenso océano blanco con una isla de guarnición (papas en rodajas con pimiento rojo, de buena textura y sabor) y la otra isla, un reducido y reseco triángulo correspondiente a la colita a la plancha de un pargo bebé. Tampoco entendimos este plato: patatas en rodajas con pimiento rojo al sabor del pargo. ​El Final Dulce Tras la incomprensión, el postre individual: torrija caliente con helado de coco. ¡Maravillosa conjunción! La torrija, crujiente por fuera y cremosa por dentro, está muy sabrosa sin empalagar. El contraste con el helado (gran acierto que sea de coco y no de vainilla) es un bocado de sabor. ​En resumen: Un establecimiento muy recomendable. La cocina es currada y rica, y las texturas son super profesionales y artesanales. Lástima que la incomprensión se genere con los platos principales, donde el elemento principal es testimonial y brilla por su ausencia, haciéndonos sentir que solo comimos guarnición. Seguramente es mi nivel cultural gastronómico el que no llega a comprender la creatividad del excelso cocinero.

Se come muy bien, excelente relación calidad precio, repetiré.

Estupenda experiencia la que hemos tenido este mediodía en La Braseria de Puerto Niza. La calidad de las carnes es excepcional, todo estaba en el punto perfecto y con un sabor increíble. Destacar también el servicio, especialmente la atención y amabilidad de Arturo, quien se aseguró de que todo estuviera perfecto durante nuestra visita. Su profesionalidad y sonrisa hicieron que nuestra experiencia fuera aún más especial. Muy recomendable!!!

Una experiencia de 10 Hoy almorcé con mi marido en un restaurante que merece todos los elogios. El ambiente es tranquilo, relajado y perfecto para disfrutar sin prisas. La atención, impecable, y cada plato cuidado al detalle. Gracias Arturo! Todo estaba de ricura, los puerros a la brasa estaban me llamaron la atención y, como buena carnívora, me quedo con el steak tartar y el entrecote, espectaculares. Un sitio al que sin duda volveremos.

Estuve trabajando para una boda y el sitio es muy bonito. El salón tiene su encanto. La zona de la piscina preciosa. El trato de una de las camareras.... increíble. Lo recomiendo

Es una pena no poder dar 5 estrellas por algunas razones claras. CUIDADO CON EL PAN, cometen el error de algunos restaurantes, ponen 6 rebanadas de pan al que añaden 5 trozos de queso aparte, supuestamente cobrados como pan y aperitivo a 2.5 por comensal, 1 sin gluten, éramos 5 adultos, total 15 euros contando con un niño de 2 años y medio como comensal osea 6, que apenas comió, por desgracia para sus padres. Si no se pide el pan no te lo tienen que poner, es de libro en cualquier inspección, igual todavía no se la han hecho... La calidad de los platos es muy buena, no recomiendo pedir ensaladilla rusa, bastante sosa y tampoco el pilpil, es un batiburrillo de 5 gambas rojas con mucho aceite y un huevo frito muy pasado encima que cuesta 28 euros. Los refrescos y el agua con gas subidos de precio 3.20, y el agua para las infusiones está muy cara en el rincón de la Victoria, por eso las tazas son para café así no se gasta mucha en una taza para infusión, que viene a ser el doble en todos sitios. Adjunto foto de la taza y del ticket. Debo destacar el buen trato recibido por parte del personal. Que tengáis suerte. Saludos.