Princesa Yaiza Suite Hotel Resort en Yaiza

Acabamos de regresar del Princess Yaiza después de unas vacaciones encantadoras de 5 días. Es la tercera vez que nos alojamos aquí; no podemos quejarnos del hotel, ni de su personal, ni de la ubicación. Esta vez, la habitación incluía desayuno a la carta. La comida estaba buenísima y comimos dos veces en el restaurante italiano Don Giovani del hotel. Recomiendo encarecidamente este hotel. Volveremos el año que viene.

Pasamos una semana agradable aquí, con buena variedad de comida para el desayuno, bebidas de calidad en los bares y un personal amable y atento que trabaja duro, con especial mención al personal de limpieza. Tuvimos un par de cenas en los restaurantes del hotel que fueron nuevamente excelentes, lo recomendaría.

Precioso hotel con todo lujo de detalles

Un gran hotel, una ubicación fantástica y un personal inmejorable Una estancia vacacional divina. Para repetir sin duda

Este me parece el mejor hotel. Incluso en temporada alta, el servicio es excepcional y las instalaciones son fantásticas. Desde comida de alta calidad hasta un montón de tumbonas junto a la piscina. Desde un servicio al cliente increíblemente atento hasta camareras muy amables y atentas. En una palabra: INCREÍBLE.

Mi estancia en el hotel Princesa Yaiza Lanzarote ha sido fantástica..un lujo de hotel y un lujo de staf... atentos, amables y muy profesionales. Recomendaría este hotel a todo aquel que valore una muy buena atención y un servicio cinco estrellas.

Un hotel perfecto para disfrutar en Lanzarote. a resaltar las instalaciones completas, la ubicación perfecta y la comodidad el acceso al paseo y la playa. A destacar sobre todo lo demás la profesionalidad y amabilidad absoluta del personal. Matricula de honor en este punto tanto a la llegada como en el dpto de Guest experience que resolvió todos nuestros problemas perfectamente. Imperdible la terraza del Restaurante Isla de Lobos

Nuestra experiencia en el Princesa Yaiza ha sido sencillamente inolvidable. Es un hotel que, aunque de primera impresión pueda parecer un establecimiento de lujo “normal”, destaca de manera abrumadora en cada detalle. Las instalaciones son espectaculares, pensadas tanto para adultos como para niños: todo está perfectamente ordenado, limpio e impecable. La gastronomía es otro punto fuerte, con restaurantes de primer nivel: Isla de Lobos con un servicio exquisito, el japonés que enamora a los más pequeños viendo cocinar en directo a los chefs, los italianos y, por supuesto, el buffet, todos ellos sobresalientes. Pero si algo eleva al Princesa Yaiza a otra categoría, es su personal. Desde el primer día nos recibieron con una sonrisa y una atención que no decayó hasta el último minuto. Queremos destacar especialmente a Alessio y su equipo, que nos acompañaron a la habitación y estuvieron pendientes de nosotros durante toda la estancia. También a María, Pablo y todo el equipo infantil, que hicieron que nuestros hijos vivieran unos días mágicos y que nosotros disfrutáramos de la tranquilidad sabiendo que estaban en las mejores manos. El equipo de bares y restauración merece mención aparte: los barman, auténticos artistas de la coctelería; y profesionales como Miranda –“Miri” para sus compañeros– que derrochan simpatía, profesionalidad y atención al detalle. Tampoco olvidamos al equipo de limpieza, impecable en cada rincón del hotel, ni a socorristas, personal de toallas y mantenimiento: todos, sin excepción, amables, cercanos y dispuestos a ayudar en cualquier momento. Gracias, Princesa Yaiza, por unas vacaciones en familia que jamás olvidaremos. Vuestra profesionalidad, calidad humana y cariño nos han hecho sentir como en casa. Sin duda, lo mejor del hotel es su gente, aunque sus instalaciones y gastronomía sean de primer nivel. ¡Volveremos seguro!

Fueron nuestras primeras vacaciones con nuestra hija de 3 meses, así que no sabíamos qué esperar, pero ha sido una experiencia increíble. La habitación y todas las instalaciones en general estaban limpias y nos dejaron un mini neceser con jabón y cremitas para la niña que huelen riquísimo. Nos trajeron globos y un detallito para celebrar el “cumplemes” de la niña, lo cual nos pareció superbonito. Nos lo pasamos genial en la piscina con mis sobrinos sobre todo porque el equipo de animación proponía juegos divertidos para todos como el cornhole o el trivial. Todos los que nos atendieron fueron muy amables y profesionales, y nos sentimos tan a gusto que casi ni nos fuimos del hotel. Cada día probamos un restaurante distinto para desayunar, comer y cenar. Había mucha variedad en el buffet para el desayuno y opciones muy saludables. De las comidas, destacaría el arroz negro del restaurante Tunera por su sabor y presentación. También nos encantó la cena en el restaurante Isla de Lobos, que fue una experiencia gourmet increíble con unas vistas brutales a Isla de Lobos y Fuerteventura. Como estoy dando el pecho, me prepararon unos mocktails buenísimos para acompañar la cena. Sin duda volveríamos porque nos hemos sentido muy a gusto en todo momento.

Primera vez en el Pincess Yaiza. Pasamos cinco días aquí en verano con nuestros tres hijos en una de las suites familiares en régimen de media pensión. Una de las principales razones por las que lo elegimos fue por las actividades infantiles que se ofrecen, incluso para nuestro hijo de un año. Muy pocos hoteles ofrecen servicios para tan pequeños (¡para que mamá y papá puedan disfrutar de unas vacaciones de verdad!). Las suites familiares contaban con dos habitaciones, lo cual era ideal. En general, un buen hotel con una ubicación ideal junto a una playa pública y a un paseo del Rubicón, con una zona de tiendas y restaurantes recientemente añadida (y muy bien diseñada). Como es de esperar de un resort de 5 estrellas, ofrece una amplia variedad de restaurantes, comida de muy buena calidad, varias piscinas, un personal muy amable y una cálida bienvenida con una copa de cava. Principales inconvenientes del hotel: 1) Aunque las suites familiares están muy bien equipadas, se encuentran en un anexo completamente separado del hotel principal, es decir, hay que cruzar la calle para acceder a un terreno completamente diferente. Aunque ahora vemos que esto aparece en la página web del hotel, no aparecía en la página web de reservas que usamos. Si bien la ubicación ayuda a contar los pasos, si volviéramos, nos alojaríamos en habitaciones comunicadas y estaríamos en la propiedad principal del hotel, evitando así las largas caminatas de ida y vuelta. 2) El club infantil es deficiente. Si bien el personal es genial, las actividades son bastante sencillas (por ejemplo, tejo en una pizarra pequeña, "cine" por la tarde: una película en un televisor pequeño), y las instalaciones están anticuadas y necesitan una renovación. Además, la zona de juegos infantiles está en una zona diferente; hay que salir del hotel, lo cual es un poco extraño. Todo esto significa que muy pocos niños participan en las actividades. Nuestros hijos a menudo eran los únicos allí y no querían participar. La academia de fútbol, ​​por otro lado, es fantástica. Pero es independiente del hotel y, aunque está en el campo de fútbol del hotel, no hay descuentos para los huéspedes, lo cual es extraño. 3) El restaurante buffet, que es el principal si tienes plan de comidas, está en un sótano sin vistas. Es una verdadera lástima para un hotel de cinco estrellas con vistas al mar. Hemos estado en otros donde el restaurante buffet tiene buenas vistas. Por eso, nos dio la impresión de que los clientes habituales no optan por la media pensión como nosotros, sino que solo optan por el alojamiento y desayuno, y comen en los restaurantes cercanos de Rubicon. A pesar de estos inconvenientes, ¡lo recomendamos!