La comida está buenísima, hay dos tamaños de pizza y mucha variedad aunque compensa coger la grande. El ambiente del sitio está genial y la camarera es muy atenta y simpática. Para repetir sin duda
Nos pillaba el pueblo de paso volviendo a casa un día de frío y con hambre. Buscábamos algo barato pero rico y no solo acertamos con eso sino que íbamos con un perro grande y no solo aceptaron encantadas sino que la camarera nos trató genial y a nuestra perrita también.