Pizzeria La Bella Italia en Palencia

Ninguna pega. Todo genial y totalmente recomendable

Hemos vuelto a repetir cambiando el menú y volvere a repetir una y otra vez. Todo excelente , las pizzas muy sabrosas, el camarero muy atentos , un chef muy agradable y profesional

Pedí una pizza sencilla, de las clásicas, y estaba realmente rica, con la masa fina y crujiente y el queso en su punto. Nada pesado. El sitio es acogedor, con un ambiente tranquilo que se agradece si solo quieres comer y charlar un rato. La atención fue amable, sin prisas y con buen trato, se notaba que les gusta lo que hacen. Además, los precios me parecieron razonables para lo que ofrecen. Salí satisfecho y con ganas de volver para probar alguna de sus otras pizzas.

Un lugar sencillo y muy agradable. Servicio rápido y muy atento. La comida muy buena.

Fuimos a cenar, las pizzas están buenísimas con productos naturales y masa fina, volveremos

Muy buenas pizzas. La atención del camarero mejorable.

Restaurante Italiano estupendo. Muy recomendable.

La pizza tartufo como siempre la mejor, el trato de ambos camareros espectacular, la mejor pizzeria

Fantástica pizzería de calidad en la que no hay ninguna de toda la carta que tienen que te deje indiferente, ricas, una masa de chuparse los dedos y unos postres que son un pecado! Ambiente acogedor y un servicio estupendo tanto del camarero como del dueño que es un pizzero y una persona que te reciben con una hospitalidad de 10! Acierto seguro 👏🤤

Si buscas una cena deliciosa, con un servicio atento, producto de calidad y un ambiente agradable, La Bella Italia es el lugar perfecto. Lo primero que llama la atención —y que para mí suma muchos puntos— es el horno de la cocina, totalmente abierto a la vista de los comensales. Da mucha confianza ver cómo preparan tu comida en el momento. La carta de pizzas es amplia y muy bien pensada: todas tienen una pinta increíble. De las que probamos, recomiendo especialmente la Gran Tartufo y la Campesina, que fueron nuestras favoritas. En los postres optamos por probar un poco de todo y ninguno decepcionó: todos estaban riquísimos. Si viviera en Palencia, cenaría aquí siempre que pudiera. Y sin duda, en mi próxima visita a la ciudad, repetiré.