Pizzería Bebo's en Isla Cristina

Los espaguetis me han gustado, bastante jaleo y la simpatia brilla por su ausencia

Agradable pizzería con mesas en el interior y al aire libre. También hay otros platos disponibles en el menú, como pastas. El servicio fue rápido y eficiente, y las pizzas estaban muy ricas, con una buena selección de diferentes sabores.

Fuimos a cenar a primera hora, por lo que había poca gente y nos atendieron enseguida. Buena relación calidad precio. Nos gustó mucho.

Comida "mexicana" por decir algo. No estaba mal pero muchísimo pimiento verde y cebolla en todo lo mexicano. Las pizzas nada del otro mundo tampoco. El servicio,aunque escaso en personal, rápido.

Buena relación calidad-precio. El servicio muy amable.

Deliciosa comida casera. Las hamburguesas muy buenas y la atención de Estíbaliz lo mejor de todo. Muy atenta y simpática.

Hemos estado aquí tres veces y cada vez pedíamos algo diferente. Siempre estaba riquísimo. Nos gustaría destacar especialmente a la señora mayor que atiende; es muy atenta y muy amable. Solo se habla español, y el inglés es un poco difícil, pero eso es lo que hace que comer en otro país sea tan atractivo. Todo salió de maravilla; nos sentimos como en casa en cada ocasión. El sitio no nos atraía mucho desde fuera, pero comparado con lo que se ofrece en la zona, es bastante agradable y, sobre todo, limpio. La gente local también suele ir mucho. Siempre hemos tenido familias españolas extensas entre nuestros clientes. En cuanto a la comida, la pizza puede que esté un poco floja de sazón, pero la masa estaba muy rica. Precios realmente buenos y una selección de platos buenísima. Consejo: Abre a las 20:00, algo habitual aquí en España y Portugal; se llena a partir de las 21:00. Así que lo mejor es llegar a las 20:30 h como máximo, así todavía tendrás opciones de asientos.

No servían café, pero la comida estaba buenísima.

Toda la comida está muy buena, hamburguesas, pizza,pasta. El precio es bastante económico.

Fue muy buena aunque las pizzas estaban algo quemadas y la camarera tardaba mucho en venir