14/12/2024: Espectacular, el servicio impecable la comida muy buena.
Felicidades siga así 👏👏
12/12/2024: Hoy viaje gastronómico a una de las provincias líderes en este apartado del buen yantar, que no es otra que Girona. En concreto, visitamos la localidad de Santa Cristina d'Aro, nos encontramos a las afueras de dicha población en una antigua masía, de marcado ambiente rústico, que remonta sus orígenes al s. XVII el bellísimo restaurante Bell-Lloc, donde priman sobre todos los productos procedentes de la riquísima y sabrosa gastronomía catalana tradicional.
El interior del local también es embriagador, en consonancia con el exterior de la masía. Uno siente que ha retrocedido varios siglos en el tiempo y que se ha convertido en un payés con unas inmensas ganas de trabajar la tierra. Ansias y deseos que también se reflejan en Marc Gascons, el cual es el artífice de toda esta magia. Mago a quien ya le engalana una merecidísima estrella Michelín, gracias a su estupenda labor en su restaurante hermano de Els Tinars.
El inicio fue cortesía de la casa. Comienzo de una gran amistad podríamos titular la velada. Se nos obsequió con unos encurtidos de la casa y unas sardinas exquisitas. Mis parabienes y mis felicitaciones por semejante bondad.
A continuación, uno de los máximos representantes de gastronomía tradicional catalana: pan tumaca. A destacar que fuimos nosotros mismos los "cocineros" de este plato, dado que ni cortos ni perezosos allí mismo nos pusimos a cortar el tomate y untarlo en un pan payés previamente bien mojado en un contundente aceite de la tierra.
Sigamos con los entrantes. Más clásicos en el plato: croquetas de asado hechas en casa. Una única palabra las define: exquisitas. Bechamel fina y sin grumos y un relleno de toda la vida. Carne cocida sabrosa y sin hebras. Bravo.
Platos principales, y no abandonamos manjares que no pueden faltar jamás en las mesas de gastronomía catalanas: fideuá con gambas de Palamós y calamar. Ya ven, el producto de cercanía es la base de la filosofía de Bell-Lloc. Sin alardes innovadores, pero con una eficacia total.
Nos adentramos ya en el momento de los pescados, los cuales del mismo modo han sido siempre y lo serán, una presencia constante en la gastronomía catalana. Par empezar, Rape pequeño de costa a la plancha con ajo y perejil, acompañado de patatas cocidas. Soberbio.
Marchando segundo pescado a la mesa: merluza a la plancha con ajos fritos, patatas panadera y cebolla pochada. Nada que objetar. Cuando la materia prima es de calidad y no se cometen tropelías, el resultado no puede ser otro que de notable para arriba.
Lamentablemente, los muy amantes del epílogo dulce tendrán que sufrir un pequeño luto, dado que nuestros colmados estómagos sólo pudieron dar buena cuenta de un único postre. Un clásico más, y bien cumplidor que resulta: flan con helado de vainilla. Superó el trámite, una vez más, sobradamente.
Tradición gastronómica, tradición de local ¿dónde? En Bell-Lloc.