01/03/2025: Restaurante de toda la vida con un servicio y producto único. Más que recomendable. Las coquinas, las gambas a la brasas, los chanquetes con pimientos y el arroz con bogavante de lo mejor que he comido. No puedes perderte su torrija.
26/01/2025: De entrada la camarera bien. Una recibida atenta; pero solo eso. Están muy agobiados. Malas formas. Le quería preguntar a un camarero si el pescado era salvaje, me miró y deliberadamente me ignoró. Supongo que están agobiado porque falta personal. Eso quiero creer por explicar tan esa actitud tan poco profesional.
Después le pregunté a otro camarero el tema del pescado. De paso, le comenté lo que había hecho su compañero. Se apenó sinceramente y se fue. Tres minutos después vuelve el camarero maleducado a dar algún tipo de explicación que no tenía ningún sentido (evidentemente olí obligaron a hacerlo). Que si él manejaba otra zona, que si él tenía mucho trabajo, etc. Le comenté que hubiera tomado 10 segundos, pero que tomó la decisión de pasar de un cliente. Le hubiera tomado bastante menos decir: Sí, un segundo ahora mismo se lo digo a su camarera. Pero no. Encima de todo las justificaciones se dieron con un tono prepotente. A lo que tuve que responder, que era mejor que se retirara… Y no lo hacía. Hasta que la camarera viendo una mala situación le comunico que lo estaban “llamando” de otro sitio.
Las ensaladas y las frituras muy bien. El pescado bastante correcto. Pero, posiblemente, sea el peor arroz que hemos comido nunca. El arroz negro en realidad era arroz gris. Se hizo tan rápido que ni siquiera llegó a tomar el color el arroz. Pedimos otro arroz de pescados y mariscos y estaba atrozmente soso. Sin pizca de sal. Creo que el arte de una cocina radica en que el comensal no tenga que aderezar la con sal. En este punto tienen un suspenso bastante rotundo. Sugiero que pidáis cualquier otra cosa, pero arroz no.
El sitio está muy bien ubicado. Tiene una decoración estupenda. Solo que tiene puntos malos que son rotundamente mejorables.
Hay una buena parte del personal, que es francamente estupenda. Sin embargo, la afean los malos elementos. El anfitrión, supongo que es el dueño, es un cielo. Pero no ha atinado en elegir a sus subalternos…. y lo pagamos los clientes .
Tampoco está bien que la carta no dice los precios de las bebidas pero sobre todo el importe del pan - mantequilla (1,90€). Está bien que se cobre y ya sabrá el comensal si lo quiere o no. De otro modo queda feo cuando te dan a cuenta.
En general tiene precios muy correctos a la calidad y, sobre todo, a la zona estupenda en la que está. Menos el arroz, claro está.