Parrillada Revolta en Vilalba

Muy bien situado, atienden muy rápido y tienen variedad en el menú. Precio razonable. La comida un poco de batalla, pero para un día que vas con prisa pero quieres sentarte a comer es muy buena opción.

Buen lugar para comer una vez más el personal te trata como a un número o un simbolo de dolar poco les importa una atención con cortesía

Comida sabrosa y casera, personal muy amable y atento, buena relación calidad-precio. Muy recomendable

Buena variedad en menú y por lo demás nada más que un restaurante de polígono sin más..

Siempre que voy todo perfecto buena comida y atencion

Muy muy recomendable para comer.Gran variedad de comida y riquísima.

Sitio ideal para un menú de medio día ,muchas opciones para elegir ,sitio limpio ,acogedor y entretenido.

La ternera no sabía a nada ni sal tenía. Raciones muy pequeñas.

Si también vives aquí en un refugio público, es muy recomendable que vengas al restaurante a cenar. El servicio de la camarera es amable y rápido, y es como los platos hechos por mamá, que calmarán los cinco órganos internos hambrientos; 13,5€ ​​por persona.

Si os encontráis, residís, estáis cercanos a Villalba (Vilalba) -o cualquier circunstancia análoga a las mentadas-, y buscáis un lugar para el buen yantar, el Restaurante Parrillada Revolta, es una más que acertada elección. Y es que este municipio se sitúa como una isla salvadora de las necesidades de nuestro estómago -y de otras cuestiones, por supuesto-, en la comarca de Terra Chá, ya vengamos de Ferrol, Lugo o A Coruña en dirección a Asturias o vice versa. Si queréis disfrutar de las viandas que ofrece el local, lo tenéis muy sencillo, pues se encuentra a la entrada del Parque Empresarial de Sete Pontes en la localidad citada al inicio. Y es que aquí, el Rey es el Menú y la Reina, la comida casera. Solemos hacer uso de él en nuestros viajes, pues como se suele decir, este “es un tiro fijo” y acertado. No os sorprendáis si al llegar lo halláis abarrotado, su fama le precede. Además de alimentar a gran parte de trabajadores de la zona, de paso, viajeros y habituales. No os preocupéis, la gran cantidad de camareras -por cierto, todas ellas muy amables-, pronto os encontrarán mesa, pues aquí el tránsito de comensales, es también ajetreado. Ahora, fijaos en la enorme pizarra que se adueña de una de la paredes del espacioso comedor, para contemplar la gran cantidad de primeros y segundos platos, así como de postres, muchos de ellos caseros ¿Recomendaciones? No podría, aquí, como apuntaba, es todo comida casera como hecha por “la mama”. Los platos de cuchara están de muerte y las carnes, excitan todos los sentidos: ternera guisada de sabor espectacular, el de antaño, ese que ya no recordabais; el conejo de carne jugosa, llena, exquisita; la lengua de ternera, qué decir de ella, esponjosa, de ternura sublime que se deshace en la boca; y los postres caseros para los más golosos, como las tartas de queso o el flan de huevo. Pero sería injusto quedarme solo en lo citado, pues como decía, aquí todo está bueno, todo es un homenaje al paladar y la variedad es enorme . El personal amable, atento y raudo en la atención ¿Qué más se puede pedir?