Llegamos gracias a la valoración de Google.
Las vistas desde la terraza increíbles, encima si es en un día soleado como este, de lujo.
Lo que comimos buenísimo, el pan Bao de carrilleras, Brioche de costilla y calamares. Nos encantaron.
Y la amabilidad del personal que nos atendió para destacarlo.
Sitio apartado, pero que de verdad si estás por la zona hay que aprovechar y venir.
Encantada me voy 😀