Bar donde picar/tomar algo en el centro del pueblo, en la plaza pequeña.
Siguiendo las recomendaciones de un par de amigas, las croquetas de pulled pork nos encantaron. Uno de los camareros es profesional, comprometido y amable.
Entorno tranquilo con zonas que hay sombra.
Pedimos una cerveza y un vermut.
La verdad es que el día, el entorno y la amabilidad de la camarera … una chica muy atenta, llamada Sara.
Nos dijo que tenían tapas caseras
Así que decidimos pedir, unas croquetas de pulled pork, que estaban espectaculares !!! Otras de rabo de toro , de setas, y de chipirones en su tinta.
A parte unas patatas bravas
Todo estaba buenísimo
Relación. Calidad precio correcta!!
Pero sobretodo contribuir a la amabilidad de la chica ( Sara) , darle las gracias por sus recomendaciones en cuanto a las croquetas.
Sin duda las mejores croquetas de pulled pork.
Que había probado jamás!!!
Os recomiendo muchísimo el sitio
El único inconveniente es que hay que aparcar a las afueras del pueblo.
Pero vale la pena ir , y compartir un rato con la familia o con amigos.