Nou Moderno en Vilalba dels Arcs

No sé por dónde empezar a contar nuestra experiencia en el hotel y el reataurante… ¿por la atención y el servicio?, ¿la comida?, ¿el espacio?, ¿el vino? Mejor empiezo por el principio: Llegamos a un hotel de 2 estrellas, sin grandes pretensiones, y en recepción nos recibió Josep Maria, una persona amable, atenta, con esa calidez que te hace sentir bienvenido desde el minuto uno. Nos acompañó a las habitaciones (muy limpias, bien hechas) y nos indicó que a las 9 servían la cena. Y aquí quiero ser lo más objetiva posible: ¡qué delicia todo! Éramos 10 comensales y comenzamos con una fideuá con alioli casero, o canelones de pato y fuá, o escudella, todo acompañado de una muestra de aceite con pan —simple, pero con sabor a casa—. El segundo fueron: dos raviolis con una salsa espectacular entre otras cosas y en medio, un plato de llobarro con una gamba, todo en su punto. El vino blanco, de su propia cosecha, frío y delicioso. Y una muestra (que nos regalaron) del mejor fricandó que he probado e  mucho tiempo. De postre, una creación de chocolate blanco crocante con maracuyá, fresquísimo, hecho con mimo, como todo lo que salió de la cocina esa noche. La chef, con una diligencia admirable, preparó los platos para nuestra mesa de 10 comensales y otra de 25 personas más. Y aún así, cada plato llegó impecable, gracias a 2 camareros muy jóvenes y atentos. La atención de los camareros, la profesionalidad del servicio… todo hizo que la cena se sintiera como una experiencia Michelin. ¡Qué grata sorpresa! Es un verdadero gusto encontrar lugares así, donde la calidad del producto, el cariño por la cocina y un excelente servicio no están reñidos con un precio más que correcto. Lugares así —regentados por familias, con alma, con vocación— son joyas que merece la pena compartir. Si van, estoy segura que no se van a arrepentir de probar cada plato que ofrezcan tan bien presentados y deliciosos. Cerramos la noche con un gin tonic y nos fuimos a dormir con alegría en el alma. Porque sí, todavía existen esos sitios sencillos y auténticos, donde todo se hace con pasión y respeto por quien llega a la mesa. ¡Volveremos, seguro! Y siempre los recomendaremos. Muchas gracias por todo.

Una atención más que excelente además de ser un hermoso lugar. Te hacen sentir más que en casa, una comida deliciosa, los platos están perfectamente elaborados, lo recomiendo con los ojos cerrados.

Fabulosa bienvenida y una decoración encantadora. Gran música aunque un poco demasiado alta para la música de fondo. El camarero jefe explicó las opciones de menú con mucho encanto y estábamos deseando algo especial. Sin embargo, lo que prometió ser una gran comida era muy promedio. Bacalao con almejas de afeitar y un tipo de reducción de cítricos se veía bien, pero era Luke cálido, carecía de condimento. El próximo plato fue descrito como pescado a la parrilla y langosta. De nuevo Lucas calienta en un plato frío un trozo de merluza y un langostino. Sabia bien, pero nada especial. Plato principal “secreto” de cerdo cocinado lentamente con cebollas encurtidas, ok pero de nuevo virtualmente frío y plato frío. Nos ofrecieron un plato de carne de cortesía con unas patatas salteadas, de nuevo frías. El postre era una pelota de golf de chocolate blanco con una espuma de mango en su interior. Resumiendo, no se necesitaría mucho esfuerzo para hacer esto mucho mejor o tal vez el chef simplemente no ama lo que hace. Sin embargo, no puede fallar el servicio

Fantastico, me lo recomendaron y fue mucho mejor de lo que me dijeron, era fiesta y el menu tastet nos encanto a los cuatro comensales, el trabajo del personal de sala magnifico muy profesional, el espacio entre las mesas excelente, la sala acogedora y la decoracion preciosa con esos forjados , quedamos encantados y regresaremos seguro cuando estemos por la zona.

Muy buena cocina, con excelente servicio.

Todo muy bueno y estuvimos muy bien y muy bien atendidos. Volveremos!!!

Comimos...de lujo,un trato excepcional ,comida riquísima y una presentación exquisita,un servicio excelente,lo recomiendo porque es GENIAL!!!!!Gracias familia, sois los mejores volveremos.

Un restaurante de la Terra Alta muy recomendable, hemos hecho el menú "tastet" y todo buenísimo y también acompañado con el vino de la zona la garnacha blanca. Merece la pena aunque tengas que hacer unos cuantos kilómetros.

Menú muy bueno y de distintos precios. Lugar muy bien acondicionado. Para repetir.

Conozco el lugar xq el pasado 19 de diciembre 2024 hicimos la comida de Navidad con compañeros de profesion . Me impresiono la entrada, por fuera y por dentro, del Hotel-Restaurante. Luego entramos al amplísimo comedor dónde la gente puede comer más que espaciosamente. Independientemente de que fuéramos un grupo de 13 personas hay mucha distancia entre los otros comensales. Aquí, indicar una pequeña mejora que sí puede hacer la dirección del Restaurante: las sillas y las mesas, siendo cómodas, quiero resaltarlo, "no están a la altura del local". Creo que podrían cambiarse por otras más adecuadas al entorno del restaurant y, por favor, eso lo digo con absoluto respeto, pues, aunque las mesas a la hora de comer estén cubiertas de manteles, ese pequeño detalle estético, se nota. Respecto a la comida, siendo un menú cerrado, debo decir que me sorprendió gratamente: constaba de entrantes a compartir y, luego, a elegir un primero, un segundo plato mas postres. Primera vez qué con los entrantes o pica-pica he comido y en abundancia (sin tener que compartir "miserias" con el resto de comensales. Alguno bromeó que ya había comido). Luego venían el primero y el segundo plato elegidos. Y, entremedio de ellos corbina y langostino marcados a la brasa al pil pil. Un detalle que incrementa la cantidad de comida. Ésta está algo elaborada, abandonando la tradicional sin llegar ni pretender ser gourmet y/o Michelin (solo por la abundancia ya no es ésta ultima). Bien, en todos los aspectos. El menú salia a 30 €. Al final, y contando que el vino (de la casa, buenos tanto el tinto como el blanco) y el agua que tomamos iban aparte, más los cafés, copas y gin-tonics, alguno cayó, pagamos 40 €. A la dirección del restaurante agradeceros la jornada que pasamos. La opinión general fue inmejorable. Hasta pronto, al menos por mi parte.