MoBo en Ingenio

Este restaurante italiano ha sido un auténtico descubrimiento. Desde que entras, el ambiente te transporta directamente a Italia: acogedor, con buena música y una atención al cliente de diez. Pero lo mejor, sin duda, es la comida. La pasta está hecha al dente, con salsas caseras llenas de sabor y perfectamente equilibradas. Las pizzas son espectaculares, con masa fina y crujiente, ingredientes frescos y combinaciones deliciosas. Probamos también el tiramisú… ¡simplemente espectacular! Cremoso, ligero y con ese toque de café perfecto. Además, el personal es amable, cercano y siempre dispuesto a recomendarte lo mejor de la carta. Sin duda, un lugar al que volver una y otra vez. Si te gusta la comida italiana auténtica, este sitio es imprescindible. ¡Muy recomendable!

Excelente. Sobre todo los postres. Mejor reservar mesa

De lo mejorcito que tiene el Sureste.

Un restante de 10. La atención es una maravilla , muy amables y profesionales, la comida riquísima y a muy buen precio. Todo estupendo

El trato es muy bueno, el sitio es acogedor y la comida está bastante buena. Los postres caseros son de lo mejor que he probado.

Las pizzas están riquísimas. Calidad-precio es excelente. El camarero muy simpático y atento. Sin duda, un lugar muy recomendado.

Por favor dejen de venir jjjjjj , que luego no hay hueco para los del pueblo , un 10 , se come espectacular, y lo mejor el trato son super encantadores , y muy profesionales.

5 estrellas a la comida y a la señora que atiende. Desgraciadamente el camarero es muy desagradable. Confianzudo, invadente y maleducado. Una pena. No volveré.

Cada vez q voy, me encanta la amabilidad, los platos elaborados, la atención, es un sitio muy acogedor, me queda lejos de donde vivo, pero me merece la pena.

El mejor lugar que he visitado, la comida exquisita, pasta fresca con recetas únicas, muy buenas y variadas las pizzas, los postres caseros a cual mejor. Lo mejor el trato son un equipo familiar que te hacen sentir como en casa. Desde que fuimos por primera vez se ha convertido en nuestra segunda casa.