Estuvimos de paso por allí y fue todo un descubrimiento, al ser entre semana estábamos solos en el comedor. El camarero que nos atendió nos dio un trato estupendo, y nos puso un calefactor cerca para estar más agusto. De comer nos pedimos entre cinco personas: dos tostas de solomillo de cerdo, una tosta de ventresca, pimientos del piquillo y mermelada de tomate que estaba espectacular, (cabe decir que las tostas son de un tamaño considerable) una pizza en la.cual nos dio la opcion de hacerla la mitad 4 quesos y la otra mitad con tomate natural y un picado de ajo y perejil. Estaba muy buena. Un plato de patatas fritas rizadas y un plato de patatas gajo especiadas, junto con las 5 bebidas nos costó 49 euros. Muy recomendable por la atención, por la cantidad y la calidad de la comida y por el precio.
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