La segunda vez que venimos a cenar y otra buena experiencia. A resaltar la simpatía y profesionalidad de nuestra camarera Ainhoa.
Volveremos con seguridad
Cenamos varias veces en el restaurante Marxa un sitio precioso dentro de un un hotel maravilloso.
Sin embargo, la última cena fue un desastre. Nos sirvieron una ensalada de tomate que estaba mal preparada y que, para empeorar las cosas, costaba 18€.
Pero lo peor fue el plato principal, un filete de atún que contenía tantos nervios que era imposible de comer. Llamamos al camarero para mostrarle el problema y él llamó a su manager, una mujer que nos trató de manera despectiva. Nos dijo que esto era normal, lo que nos pareció increíble dado que comemos atún con frecuencia y nunca habíamos tenido un problema similar. Le expliqué que su respuesta era una falta de respeto y se puso agresiva. Afortunadamente, nos quitaron los dos platos de la cuenta, pero el dinero no es lo importante. Lo que realmente importa es que la manager nos trató con maldad y no permitió que disfrutáramos de una cena agradable. Su comportamiento nos fastidió la noche y nos fuimos muy ofendidos. Muy mala experiencia con la gerente.