Los Caprichos de Meneses en Zamora

Una experiencia gastronómica excelente en Meneses, un restaurante que cuida el producto, el sabor y el trato al cliente. Probamos varias cosas y todas nos encantaron: empezamos con unas alcachofas con jamón y foie que estaban realmente sabrosas y muy bien ejecutadas. Los blinis de foie también fueron todo un acierto, muy delicados en textura y llenos de sabor. Después compartimos un arroz zamorano que nos sorprendió gratamente: intenso, con mucho sabor. También pedimos unos boletus con salsa de colmenilla, perfectamente elaborados, y unos de quesos zamoranos de Vicentes Pastor que no podía faltar, pura identidad local. El postre fue un auténtico broche de oro: una torrija espectacular, jugosa y crujiente a la vez, de esas que se quedan en la memoria. Todo ello acompañado de un vino de Toro excepcional que redondeó la experiencia. Mención especial para Roberto, que nos atendió de forma impecable: simpático, atento, profesional y con gran conocimiento del producto. Da gusto que te atiendan así. Volveremos, sin duda. Un lugar para disfrutar de la cocina con calma y con los cinco sentidos.

Único... excelente servicio, todo bueno y a muy buen precio

Lugar apacible cual reposo para Don Quijote en el que tomar una caña excelentemente tirada, acompañado de un rico jamón y un queso con sabor. Eso sí, por seis cuñas de queso del tamaño de púas de guitarra y siete lascas de jamón extrafino con un tamaño medio equivalente a un sello de correos (además de las citadas cañas) fuimos adeudados con la cantidad 28 euros en el año del Señor. Un poco demasiado a mi entender para semejante festín.

Quizás me confíe demasiado de quien me lo recomendó. El lugar es agradable, el servicio correcto. La comida en general bien. El solomillo, lo pedí al punto o punto menos, pero realmente estaba crudo, con lo que lo tuvieron que hacer algo más. El acompañamiento de la carne es malo y de pena. Patatas fritas que no eran recientes, estaban mal hechas y tenian mal sabor, pusieron 3 minipimientos, muy regulares de sabor también. Te cobran 6,50e, por un trozo de sandía, la verdad es que se pasan. No tienen ni un solo detalle, mientras esperas la comida, ni unas tristes aceitunas, ni nada. Por 50a 60 e por comensal, creo que deberían de mejorar, cuando menos los acompañamientos de las viandas. Creo que hay al menos por ese precio sitios igual sino mejor que este. No creo que vuelva ni lo recomiende.

Qué maravilla de lugar! Todo un acierto. Probamos las sugerencias que nos hizo Salva, el simpatiquísimo camarero, y me impresionaron los sabores exquisitos del Crujiente de gambas en hoja sisho, los Blinis con foie, el Guacamole con dados de atún y la ensalada de burrata. Todo ello en un ambiente formidable, muy a gusto en plena Plaza Mayor. Y para rematar la faena una Torrija y cafelito.

La comida es estuvo bien, se nota que trabajan con buen genero. El servicio y el ambiente fue muy adecuado. Como punto negativo destacaría que nos dieron una información errónea en cuanto a comida, y yendo con una embarazada, nos pareció un poco grave. El pulpo estaba exquisito así como todos los principales que pedimos.

Después de venir de Oporto...paramos en Zamora para comer...y sin saber....fuimos directas a este magnífico local....con una atención exquisita y un trato excelente,el camarero un máquina...en atención...trato...servicio....ojalá muchos locales tuviesen profesionales cómo él.....la comida....deliciosa...todo excelente y de calidad....la terraza algo pequeña....pero hemos estado muy cómodas...degustando y charlando...y saboreando..los caprichos del local....totalmente recomendable...sí volviésemos pasar por Zamora...repetiría sin dudarlo...y gracias por vuestra amabilidad y buen hacer...un saludo 👋

Hago la reseña dos meses después, porque pensé que la había hecho y no. El lugar es acogedor, pero el trato es exquisito. Todos los platos de 10 y a un precio que en una gran ciudad habría sido el doble. Comimos la torrijas de tomate con ibérico y blinis con foie (espectaculares). El solomillo que vino después también estaba delicioso. Un trato especial muy para nuestro pequeño que agradeció y nosotros también. Es de estos sitios que te pongan lo que te pongan en la cuenta, es poco para lo que te sirven.

La comida bien, no tienen menú toda a la carta y caro además, dato curioso, las servilletas son de papel !!! teníamos reserva el día 12 a las 14,30 nos dieron una mesa pegada a la puerta de la cocina, le pedimos al camarero si nos podía cambiar a otra y nos dijo que no por si venían 4 personas, el restaurante estaba vacío !!! solo otra pareja y nosotros teniendo además varias mesas para 4, la verdad que la atención deja mucho no se distinguen por su amabilidad tenemos claro que ni lo recomendaremos ni volveremos.

Un restaurante pequeño pero increíblemente bueno. La comida excelente, el ambiente tranquilo y apacible, pero lo más destacable es el servicio: amabilidad y trato inigualables.