En pleno julio en mi trayecto del Camino de Santiago en bicicleta, tuve la suerte de comer algo en este restaurante, haciendo tiempo para ver la Catedral, me sentí privilegiadamente ante la majestuosidad de la catedral, el local está perfectamente ubicado, goza de unas vistas extraordinarias, así que decidió tomar unas tapas, bebida, poy, ningún problema puede alojar mi e-bike cerca de la mesa, y degusté los exquisitos manjares, mientras contemplaba la joya gótica de León. A la hora de pagar, quería dar propina, pues estuve muy bien atendido, pero al pagar con tarjeta eso no fue posible, así que decidió, agracer el servicio de la camarera "Mari", la cual fue extremadamente, amable, servicial, educada, simpática, apacible, y muy profesional, mencionándola en esta reseña.
Naturalmente que recomiendo este restaurante, no sólo por su privilegiado sitio, sino también por su comida, y si tienes la suerte de que os atienda "Mari", estarías muy bien atendidos.
En pleno julio en mi trayecto del Camino de Santiago en bicicleta, tuve la suerte de comer algo en este restaurante, haciendo tiempo para ver la Catedral, me senté privilegiadamente delante de la majestuosidad de la catedral, el local está perfectamente situado, disfruta de unas vistas extraordinarias, así que decidí tomar unas tapas, bebida, postre y postre pusieron ningún problema para alojar mi e-bike cerca de la mesa, y degusté la exquisitez de las comidas, mientras contemplaba el gozo gótico de León. A la hora de pagar, quería dar propina, porque estuve muy bien atendido, pero al pagar con tarjeta, esto no fue imposible, así que decidí, agradecer el servicio de la camarera "Mari", la cual fue extremadamente, amable, servicial, educada, simpática, apacible, y muy profesional, mencionándola en esta reseña.
Naturalmente que recomiendo este restaurante, no sólo por su privilegiado lugar, sino también por su comida, y si tiene la suerte de que le atienda "Mari", estará muy bien atendido.
Carles
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18 Octubre 2025
10,0