Lo de Carmen en Málaga

No entre a comer solo para usar el baño, pero lo que vi en las mesas tenían muy buena pinta, si puedo opinar sobre los baños muy limpio olor a limpio, y buen papel. Gracias sobre el ruido muy poco ya que al cerrar la puerta puedes estar tranquilo no se escucha.

La atención del camarero fue muy buena. La comida en general también, excepto el churrasco de pollo que básicamente es un filete de pechuga de pollo muy escaso. De postre probamos la tarta de queso y la tarta de queso de kinder, las dos exquisitas. Por 3 trozos de pan enanos nos cobraron 4,4€😅, no había ni un trozo por persona, no eran bollitos tampoco, simplemente 3 rebanadas pequeñas. A mi parecer eso si fue un abuso…

Hemos comido de escándalo, todo espectacular y de precio coherente a lo que hemos comido

Restaurante muy pequeño , cómida muy muy buena calidad , con platos diferentes y lo mejor es la atención, pareces que estás en un Dani García,el camarero que atiende las mesas muy amable

Hacía mucho tiempo que me recomendaron el sitio y hoy he tenido el placer de poder disfrutar de una experiencia brutal. Es un restaurante donde todo lo que pidas vale la pena. Hemos pedido las croquetas de espinacas y las albondigas de vaca madurada de fuera de carta, muy correctas y recomendables. Además de un codillo muy meloso, boquerones al limón y una mazamorra escandalosa. Y para coronarse del todo, el pastel de queso és realmente una genialidad. Volveremos muy pronto, muchas gracias por todo familia.

No te vayas sin probar la tarta de queso. Camareros muy atentos y serviciales.

No te vayas sin probar la tarta de queso. Camareros muy atentos y serviciales.

Restaurante relativamente nuevo en la zona. Comida clásica con toques modernos muy bien combinados. El sitio agradable y el servicio muy bueno. Carta justita cómo debe ser y precios muy razonables. Merece la pena.

Ayer mediodía comimos en este restaurante y quedamos encantados. La comida estaba exquisita, con sabores auténticos y platos muy bien preparados. Pero lo que realmente nos sorprendió fue el trato del camarero que nos atendió en el interior: un chico venezolano (o eso creemos), superatento, profesional y con una amabilidad que marca la diferencia. Nos impresionó su dedicación con todos los clientes, y hasta comentamos que **un empleado así es un verdadero tesoro** seguro que los restaurantes **se lo rifarían** porque su actitud y eficiencia son invaluables. Sin duda volveremos, tanto por la calidad de la comida como por ese *servicio cálido y de lujo*¡Felicidades al equipo y en especial a este camarero que hace que la experiencia sea memorable! PD: ese codillo al Pedro Ximenez parecía cocinado por los dioses 🤌 qué lujo de plato

Genial desde el minuto uno, tanto el servicio como la comida. Y gracias por la atención especialmente a Juan Fran por su explicación en la preparación de los Gin! Gran descubrimiento