Linacero Rock&Burger en Zaragoza

La comida es variada y de buena calidad. Hay un ambiente muy tranquilo salvo en horas punta

Una oda al rock, a las burgers de autor y a los sentidos. Entrar en este local es como pisar la intro de "Sweet Child O' Mine", suave, prometedor… y de repente todo explota en una sinfonía de sabores y acordes que te hacen vibrar. Las hamburguesas no son simples hamburguesas: son himnos. Jugosas, atrevidas, perfectamente equilibradas, como un solo de guitarra en plena "Stairway to Heaven". Cada bocado te lleva a un sitio distinto, pero siempre épico. La atención, por su parte, es puro "Hotel California": te reciben como en casa y no querrías irte nunca. Personal atento, con alma rockera y una sonrisa real, de esas que no se ensayan. Y luego está la música… Ah, la música. Aquí no suena rock, aquí se respira. Desde Manolo García en su versión más elegante hasta joyas ocultas del rock clásico, la selección musical es un homenaje de buen gusto a décadas de pura emoción amplificada. Un lugar donde la comida y el sonido se funden en algo más grande. Como diría Bowie: "We can be heroes", aunque sea solo por una noche… o por una burger con nombre de leyenda.

Hamburguesas muy originales, distintas a lo que encuentras por ahí. Decoración muy chula. Trato bueno. Buena calidad precio.

Las patatas de alioli de manzana increíbles, y los tacos también! El servicio no podría ser mejor, un chico encantador que nos enseñó el bar y nos explicó varias cosas sobre la historia de las entradas que tiene el bar en exposición.

Buen ambiente rockero con buena música. Una carta muy variada, hamburguesas ricas. He pasado un rato agradable viendo las fotografías y póster de la pared, carteles de gira de Metallica, Héroes del silencio, Bumbury, Leonard Cohen…. Un pequeño museo. Vista recomendable aunque solo sea a tomar una cerveza.

Hamburguesería con buena calidad precio. No tiene las típicas hamburguesas sino que son bastante originales con ingredientes diferentes. El personal fue amable.

A pesar de no tener reserva, pudimos comer sin problema. Empezamos con una media ración (de buen tamaño, la verdad) de nachos maños y todo un acierto con la longaniza como ingrediente diferente. Las hamburguesas, con buenos ingredientes, buen pan... Donde peor estaban era en la carne. No nos pareció la mejor calidad ni el mejor punto. Y aún con todo, el conjunto quedaba bastante bien. De postre, la tarta de queso... Por ella ya merece la pena volver. Muy buena. La carta es bastante amplia, muchas opciones apetecibles... Me gustó mucho la posibilidad de elegir el tipo de pan de la hamburguesa. Local agradable, el servicio ágil y atento.

Un lugar ideal para picar algo, cenar, o simplemente tomarse un buen café, siempre te atienden con una sonrisa y a pesar de estar en pleno centro, el precio es razonable, ya que las raciones son muy generosas y la calidad buenísima.

Una variedad muy grande de hamburguesas, pero al final lo más importante de la hamburguesa que es la carne, es lo más flojo de todo. El pan de la hamburguesa a la cerveza sí que ha sido una buena sorpresa, muy rico y diferente de los típicos panes que ponen ahora en todos los sitios. Los entrantes, si bien no son súper abundantes, no están mal. El trato es correcto, aunque cuando pides recomendaciones al camarero, la respuesta de « lo que a ti te guste » no sirve de mucho. Resumiendo, un sitio correcto, pero al que no creo que volviese.