L'espresso Virginia en Fuengirola

Carta muy amplia, buenos precios y servicio amable

En pleno centro comercial. Local bonito y, al menos, lo que pedimos estaba bueno. Café, smoothie, tostadas... No es especialmente barato, el resto de la carta se ve bastante caro como las rebanadas. Y la atención tampoco es muy buena

Fuimos varias veces, el trato por parte de los camareros es rápido y agradable, la comida está buena y el precio no está mal, lo único q tienen q traer más variedad de tartas antes tenía más o ahora tienen menos.

Esta cafetería dentro del Centro Comercial Miramar a un paso de la playa es una buena opción para desayunar, merendar,etc. Tienen una carta de bocadillos y dulces así como variedad de cafés. El local está siempre lleno, tienen una terraza interior ya que el local está en la planta baja frente a una de las entradas al centro comercial. La atención es buena, suelen ser rápidos con los pedidos. El pan con tomate está bien y también probé el sándwich mixto aceptable

Café riquísimo y atención de 10.

Solo desayunamos y estuvo muy bien

Hace poco, unos amigos que parecen saber de estas cosas me recomendaron pasarme por L’espresso Virginia, en el Centro Comercial Miramar, cuando necesitaba un buen revulsivo. Y resultó que tenían toda la razón. Imagínate: es temprano, tu cerebro está conectado a internet, tienes esa neblina matutina tan densa que podrías cortarla con un cuchillo de pan, y necesitas desesperadamente un chute de cafeína antes de siquiera pensar en afrontar el día. Y ahí está L’espresso Virginia. Lo primero que notas es que está preparado para el servicio de mesa, lo cual resulta sorprendentemente civilizado para una cafetería de centro comercial. No tienes que moverte torpemente en la barra ni señalar los pasteles como un turista despistado. Simplemente te sientas, asientes educadamente y esperas tu salvación. El personal es genial: amable, rápido y cambia de español a inglés con fluidez, lo cual es una bendición cuando aún no has conseguido desenvolverte bien. En cuanto a la comida, opté por lo clásico y pedí un sándwich de jamón y queso. ¿Sencillo? Sí. ¿Delicioso? Sin duda. Es el tipo de sándwich que te recuerda por qué lo básico suele ser lo mejor: sin complicaciones, sin kale ni quinoa innecesarias que te arruinen el momento. Y el café... suave, fuerte y con el toque justo para revivir. En palabras de mis amigos, te encantará. Y en mis propias palabras, es el lugar perfecto para volver a ser humano antes de que empiece el resto de las tonterías del día.

El sitio no está mal y el servicio está bien, pero me parece increíble que se cobre un suplemento por los alérgenos, en mi caso, por la lactosa.

Buena cafetería en una ubicación céntrica, con opciones dulces y saladas, precios razonables. El servicio fue bueno.