21/04/2025: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ Un lugar con alma, sabor y un corazón enorme – ¡Gracias, Tío Tito!
Durante nuestra visita a Logroño, llamamos por teléfono el día anterior buscando un sitio donde poder comer sin gluten. El propietario de Bar Tío Tito nos dijo que normalmente no abrían hasta las 20:00, pero al comentarle que éramos celíacos, tuvo un gesto que aún nos emociona: decidió abrir especialmente para nosotros a mediodía, solo para que pudiéramos comer tranquilos y sin riesgo.
Él y su mujer vinieron expresamente para atendernos y nos ofrecieron toda la carta adaptada sin gluten. El bar es una auténtica joya, decorado con muchísimo gusto, como una pequeña casa cueva, acogedora y con detalles por todas partes. Además, nos puso la calefacción para que estuviéramos cómodos y en la terraza cerrada también se estaba de maravilla.
La comida fue espectacular: unos huevos rotos increíbles, unas patatas con alioli brutales, y luego nos dejamos llevar por sus recomendaciones de bocadillos. Compartimos entre los cuatro cuatro bocadillos diferentes... ¡y qué delicia! Para rematar la experiencia, nos sorprendieron con unas fresas con nata que no habíamos pedido, simplemente por su generosidad y cariño.
No tenemos palabras suficientes para agradecer el trato, la empatía, la dedicación y lo bien que comimos. Sin duda, un sitio para recomendar a todo el mundo, y especialmente a las personas celíacas que buscan comer con seguridad y disfrutar de verdad.
¡Mil gracias por todo! Volveremos y hablaremos de Tío Tito a todos nuestros conocidos.
19/04/2025: Atención de 10!!!!,,llámanos para reservar para comer, no sabía que no abrían hasta las 20.00 h, me atendio Álvaro el dueño, y no pudo ser más amable, eramos 5 comensales nos abrió el local de propio para que pudiéramos comer, una vez allí comimos en la terraza ,ya que hacía un día espléndido , los Bocadillos riquísimos , nos encantaron a todos , además toda la carta es apta para celíacos, lo cual es de agradecer porque yo lo soy, de centro huevos rotos igual de buenos que los bocadillos y para terminar nos sorprendieron con un postre casero, que estaba delicioso, si volvemos a Logroño,repetiremos sin duda