28/07/2025: El Bar Guerra da la sensación de ser el tipo de lugar con el que esperas tropezar pero rara vez lo haces. Una institución local sin pretensiones, simplemente buena comida, buen ambiente y una terraza llena de gente que parece llevar años viniendo.
Las ostras estaban frescas y saladas. Las gambas blancas a la plancha estaban calientes y ahumadas, con el punto justo de carbón. La ensaladilla rusa era reconfortante y estaba bien hecha.
El matrimonio era un plato sencillo, solo anchoas blancas y saladas, una al lado de la otra, pero funcionó. Salado, contundente y con mucha personalidad. Los chipirones fritos estaban excelentes. Ligeros, crujientes y en su punto. Pedimos los huevos fritos aparte, que le quedaron genial a la mesa. El pil pil de gambas llegó burbujeando en aceite de ajo y sabía tan bien como olía. Los hígados de pollo no estaban del todo bien. No estaban mal, solo un poco olvidables al lado de todo lo demás. Las patatas bravas fueron la única decepción. Las patatas estaban buenas, pero la salsa no era suficiente. El servicio fue cálido y genuino. Parecía un sitio de pueblo, donde reconocen las caras y realmente se preocupan. Se toman su tiempo, pero nunca te dejan colgado. Es un ambiente tranquilo, con ese toque costero, donde las comidas se alargan y nadie mira el reloj.
Bar Guerra es el tipo de lugar en el que piensas al día siguiente. No por un plato espectacular, sino por cómo todo se conjuga. La comida, el lugar, la gente. No se encuentran lugares así a menudo, y cuando lo encuentras, vuelves.
26/07/2025: Ideal para disfrutar de unas tapas. Gran variedad y calidad.