Las Cancelas en Alcázar de San Juan

Lo descubrimos un poco por accidente y quedamos muy contentos, había un señor con Estrella de sheriff que fue muy atento con nosotros y su personal estuvo a su altura. La comida estaba muy rica, las pizzas finas y con buenos ingredientes, muy bien en calidad precio. La primera vez fuimos por accidente el resto iremos aposta.

NOS ENCANTAN sus pizzas por ser caseras, sencillas, sabores muy de la tierra y muy buen precio. Nos encanta el servicio por ese trato tan cercano, amable y gracioso que te hace sentir tan cómodo. Nos encanta la sorpresa que nos llevamos con "Cancelandia", hemos bailado y jugado con la nieve como niños, así como su decoración, en general. Sois especiales, mil gracias. Si cuando vayas està lleno, espera a sentarte, merece muchísimo la pena :)

La mejor pizzeria en la que he estado,Víctor el dueño súper amable cercano y encantador,repitire si vuelvo a alcazar

Las mejores pizzas que he probado, son únicas. Siempre que puedo me gusta ir, todos son muy amables. Y es un lugar con mucha historia y encanto. Víctor el dueño siempre tan amable y atento. Y con sus chascarrillos te hace más amena la espera.

Gente que disfruta de su profesión, comida impecable y un trato inmejorable. El precio comparado con los tamaños de las pizzas es un tanto elevado, pero su sabor compensa con creces y la calidad y renombre se pagan. He ido muchas veces y volveré muchas más.

Curiosa, interesante y muy recomendable ... Víctor todo un señor

Pizzería Las Cancelas (Alcázar de San Juan): un viaje ochentero con pizza incluida Si pasas por Alcázar de San Juan y te entra antojo de pizza, Las Cancelas es una parada obligatoria… aunque tendrás que hacer la parada con paciencia zen porque lo de conseguir mesa es deporte de riesgo. No aceptan reservas y el sitio está SIEMPRE a reventar. Pero bueno, mientras esperas puedes ir flipando con la decoración, que es una especie de museo ochentero mezclado con el trastero de tu primo el friki: carteles, juguetes, vinilos, cacharros raros colgando del techo… cada rincón tiene algo que mirar y comentar. Vamos, que si vas con alguien con quien no tienes mucha conversación, aquí te salvan los objetos. La carta no te va a marear: hacen pizzas. Y punto. Pero oye, pizzas con combinaciones ricas, masa finita y a un precio que te hace decir: “¿cómo puede ser esto tan barato?”. Todas cuestan lo mismo, y puedes pedir tamaño normal o súper, que básicamente es para cuando llegas con hambre de después de mudanza. No son las mejores pizzas que me he comido en la vida, pero por lo que pagas, están muy bien. Calidad-precio, ole. El personal, un diez. Van como motos, pero con una sonrisa siempre. Atienden a todo el mundo con calma y buena cara, y eso que el local parece una rave pizzera cada día. Así que si te apetece una pizza sin pretensiones, en un sitio que es una fiesta visual y con ambiente de bar de barrio con historia, Las Cancelas es tu lugar. Eso sí, no vayas con prisa. Ni con hambre de lobo. Pero si vas con ganas de pasarlo bien y echarte unas risas mientras miras al techo diciendo “¡mira, un Popeye”, vas a salir encantado.

Camareros muy amables.Mucho ruido por los niños.Muy aglomerado.Las pizzas me han sabido igual aunque hemos cogido 3 tipos.Muy barato todo.Los canalones exquisitos.La tarta de queso no me gustó nada.

La comida riquísima, lugar que pasan los años y mantiene su esencia. Y que decir de Víctor, mejor imposible.

Unas pizzas artesanas y buenísimas con agrado y un sitio que parece un museo,con un ambiente amigable, bien por Víctor, campechano como siempre