Fuimos a comer y solo puedo decir que la experiencia fue fantástica, todo fue maravilloso, tanto el servicio como la comida fueron insuperables, las croquetas una delicia, las yozas estaban para derretirse, el pollo frito es un manjar de dioses, las albóndigas las mejores que he comido, y la merluza a la bilbaína fue un deleite, todo acompañado de unas buenas cervezas que el día acompañaba para ello, y los postres tanto el brownie como la tarta de queso y el postre de la abuela estaban para chuparse los dedos, pero sobre todo no os podéis perder el de pistacho, es todo un descubrimiento, mi más sincera enhorabuena a la cocinera y gracias por la buena atención del camarero y dueño, si pasáis por los abrigos no dejéis de parar en este lugar, debería estar en todas las guías como parada obligatoria. Gracias a todo el equipo y a seguir así.
Calidad precio muy recomendado para comer o cenar.
La comida muy bien elaborada, la ensaladilla de batata y las croquetas de pollo con curry han sido lo que más nos ha gustado.
El cocinero (Joaquín) muy amable salió a preguntar si estaba todo bien y es un detalle un gesto así.
El servicio ha sido bastante rápido.
Volveremos pronto.