la Trastienda de Chago en Gáldar

Que decir de este restaurante pequeñito y con un ambiente encantador y acogedor, donde el dejarse aconsejar por Carmelo y su gran destreza en resaltar todos los ingredientes que utiliza en sus obras, o su personal tan dispuesto y preparado, en este caso Ivonne. Nos atendió personalmente, aconsejándonos otros restaurantes gourmet de la Isla con gran pasión y cariño. Nos recomendó un Rosado espectacular con el que experimentamos y saboreamos los minerales locales de la tierra en nuestro paladar y nos deleitó con una perfecta combinación de platos que nos hizo soñar. El postre un pecado de los Dioses. Gracias a Carmelo y el equipo tan maravilloso del Restaurante La Trastería de Chago. Pura fantasía.

Servicio Excelente (atención agradable y constante, pero sencilla y sin agobiar). Sabores originales, todo estaba buenísimo incluyendo los postres. Lo he recomendado ya varias veces.

Más que recomendable. Comida espectacular. Caricias para el paladar.

Ambiente muy tranquilo y cercano, comida en su justa medida pero con muchísima calidad, fresca, de gran calidad y todo artesanal y de la zona. Digno de visitar y degustar la carta. Intenta reservar, ya que el sitio es pequeño y las plazas limitadas. Muy recomendado.

Un restaurante pequeño pero acogedor con platos deliciosos a un precio medio, entre 14 € y 20 €. La comida está muy buena, pero las raciones no son demasiado grandes. Por lo demás, la decoración es estupenda y el servicio es muy amable.

La comida estaba buena (y cada plato tiene su historia, que la camarera se encarga de explicar), pero las raciones son escasas en cuanto a cantidad, y el servicio muy lento.

Muy buena la comida y el ambiente tranquilo. Recomendable 100%

Esta fue mi experiencia en este local: Lo primero que me llamó la atención fue que, al llegar, el sitio no estaba ni a la mitad de su capacidad. Aun así, al preguntar si podíamos sentarnos, la camarera tuvo que entrar a consultarlo y tardó bastante en volver para decirnos que sí. Me pareció un poco extraño. En cuanto a la comida, la calidad era muy buena. Pedimos un atún delicioso y una carne de cochino también excelente. Sin embargo, los precios me parecieron muy altos: cada plato costaba alrededor de 17 €, y la cantidad era similar a media ración en otros lugares. El acompañamiento fue decepcionante: unas pocas y tristes papas chips que no solo deslucían la presentación, sino que además aumentaban la sensación de escasez en el plato. La camarera fue muy amable y atenta, nos explicó los platos con detalle, lo cual se agradece. Sin embargo, habría estado bien que nos avisara de que ambos platos llevaban el mismo mojo, ya que al final resultaron bastante similares, texturas aparte, en apariencia y sabor. Acompañamos la comida con un vino canario muy bueno, aunque también con un precio elevado: 4,50 € por copa. El servicio, pese a que había poca gente en el local, fue algo lento. Un detalle positivo: los cubiertos eran muy bonitos, en un elegante color bronce, lo cual sumaba puntos al ambiente del lugar. En resumen: trato amable, comida de excelente calidad pero escasa y cara. Por todo ello, y a pesar de algunos aspectos positivos, no creo que vuelva.

Llevaba tiempo intentando ir a comer a este restaurante y hoy ha sido el dia 👏🏻👏🏻. Debo decir que nos ha gustado muchisimo . Recomendable al 100% , tanto la atenciòn como sus platos . Lo dicho , no dejen de reservar en la trastienda , no se van arrepentir .

El aceite y sal dejaba que desear, fue escaso para 4 personas. La carne seca del cochinillo y el secreto estaba duro.. raciones pequeñas y muy caro. Cantidades escasas, si me dijeras que estaba increíble pues da igual que sea poco… pero no fue el caso. sin guarnición. Pedimos pan y no tenían más… pedimos algo de salsa porque la carne estaba seca y tampoco tenían nada de salsa, cuando todos los platos llevaban algo de salsa… En resumen, trato y calidad del producto mejorable.