La Terrassa del Bella en Lloret de Mar

Hacía tiempo que no comía unas croquetas tan buenas, surtido de la Bella, buenísimas. Comimos también un bocadillo de ovella dolores, delicioso también. Lo recomiendo.

Una cálida bienvenida. Tapas ricas, pulpo muy bueno, postre rico... una terraza agradable...

Me costó mucho encontrar comida española auténtica en Lloret (¡nunca pensé que sería tan difícil encontrar buenas patatas bravas en España!), ya que era pura comida para turistas y no me gustaba nada. Encontré este sitio la segunda noche y volví anoche para pedir exactamente lo mismo, ¡estaba buenísimo! (Patatas bravas y tapas de calamares 👌). Además, había más gente local que turistas. El personal fue encantador y el ambiente era encantador y relajante. ¡Lo recomiendo sin duda!

Estuvimos cenando con los amigos y la experiencia fue muy buena. Muy recomendable. Si tengo la oportunidad, volveré.

¡Muy recomendable! El menú no es muy extenso ni abrumador. Todo estaba riquísimo, sobre todo los dedos de pollo y los rollitos de queso, que fueron una grata sorpresa, y el tataki estaba increíblemente tierno y delicioso. El servicio fue muy amable; nos sentimos muy bien atendidos. Cuando algo no iba bien, atendían nuestras peticiones de inmediato. ¡Excelente servicio! El entorno era agradable y la comida llegó rápido.

¡Un lugar muy bonito! Todo estaba riquísimo. Las batatas bravas fueron de las mejores que he probado.

El lugar y el personal muy agradables en el trato, pero toca hacer un par de apuntes. Las patatas bravas con nuestra "salsa casera" del menú, era mayonesa de bote con siracha. Eso no es ni salsa casera, ni brava. La pimientos de padrón "que no pican😊" no son pimientos de padrón. Y ofrecer en la carta entraña argentina y cuando vas a vas pedir un poco de chimichurri te traigan un bote de siracha, pues... (y de oídas al menos había, en barra y en cocina una o dos personas con acento argentino). Pero todo eso son pequeñas cosas, detalles a lo mejor para afinar el menú, la comida estaba buena. Lo que sí fue desagradable es intentar cenar dentro y tener que escuchar durante todo el tiempo a un señor con muy malas pintas sentado en una de las mesas con una chica vestida con el unifirme del local, hablando/discutiendo en un tono bastante alto y rudo con el resto del personal. Que no sé si estarían de coña o no, pero ni me parece el sitio ni las maneras. Obviamente, no volvimos. En toda la semana que estuvimos allí. Fue bastante violento.

Hemos buscado este snack bar por internet y nos hemos decidido a venir y ha merecido la pena pero en mi opinión está poco explotado. Es acogedor, bien decorado pero podían haber puesto una celosía por ejemplo para separar la calle de la terraza del bar, unas plantitas … no se, pero en general nos ha gustado

Brutal la comida, sencilla y a buen precio

Muy buen ambiente y muy rica comida.