la Tarara de Miguel Ávila en Benalmádena

Servicio excelente siempre que se trate de Jose, acabamos un poco descontentos por el servicio de otro camarero de terraza, pero gracias a Jose, el servicio acabó siendo excelente.

Nos encantó. Comida exquisita y trato estupendo. Pedimos un revuelto, una ensalada de queso de cabra que estaba riquísima, patatas al pelotón, pollo para los niños y carrillada, también sensacional. Muy recomendable.

Es un muy buen lugar que captura lo mejor de la cultura tradicional española, combinada con un toque fresco y moderno, deliciosa comida, buenos precios y el mejor servicio. 100% recomendado.

Auténticos platos españoles/andaluzos. ¡Comimos delicioso!

La comida espectacular brilla en su ausencia,el aire acondicionado lleva roto varios meses y no lo arregla ya no vamos más hasta que lo arregle.Cada vez que vamos nos gastamos más de 200€ mínimo.Arreglarlo ya

Comida generosa y exquisita, igual que el servicio. Para repetir, gracias a Dani, Suly y Dylan

Excelente atención de los mozos , ellos te orientan con los platos y han acertado en su sugerencia. La comida abundante. Carne de calidad. Muy sabrosa. El precio total de euros 23 incluye dos gaseosas pequeñas

Nuestra visita a La Tarara durante la hora del almuerzo dejó, lamentablemente, una impresión más bien gris. Si bien es cierto que la comida no puede calificarse como mala en términos generales, tampoco logró destacar en ningún aspecto. La oferta del menú se antoja repetitiva frente a la de otros establecimientos similares, sin propuestas innovadoras ni ese toque diferencial que invite a recordar el lugar. En lo concreto, los callos llegaron a la mesa con un exceso de sal que eliminó su peculiar sabor, mientras que los boquerones distaban mucho de ser vitorianos como esperábamos.A esto se suma que los precios de la carta nos parecieron elevados en líneas generales para lo que son, lo que refuerza la sensación de desproporción entre coste y experiencia. El servicio fue correcto, pero tampoco aportó detalles que compensaran las carencias en la cocina. En definitiva, La Tarara no cumple con aquello que muchos buscamos al salir a comer: sorprender, emocionar o, al menos, ofrecer una propuesta diferente. Si bien podría ser una opción para quienes priorizan lo convencional, nosotros no volveremos. Hay alternativas en la zona con mejor relación calidad-precio y, sobre todo, con una apuesta culinaria más arriesgada y auténtica. Una lástima, porque el local tiene potencial.

Cocina variada. Muy buena cocina con buen gusto.

La comida excelente y el servicio muy rápido solo una pega , está muy bien que entren animales de compañía, pero creo que los dueños deberían estar más educados y evitar que sus mascotas se suban a la mesa del restaurante , las mascotas son mascotas forman parte de nuestra familia pero si los sacas a un restaurante por lo menos que esté en el suelo o en tus piernas no encima de la mesa , por supuesto esto no tiene la culpa el dueño del restaurante, solo un camarero se atrevió a decirles que tenían al perro muy mimado