La Tabola Laurel en Logroño

Para empezar no hay taburetes , los pinchos son 4€ un brioche, es una pasada de precio.

Comimos menú. A mí me gustó mucho mi elección risotto y tallarines de sepia, pero nos habían hablado tanto del brioche de costilla que añadimos uno cada una. Delicioso, volveré a por el brioche y la tarta de queso con helado de avellana. MmMmMm...

Nos costó entrar un par de veces ya que siempre tiene muchísima gente… y es normal. Conseguimos entrar un día más tarde y por fin probar el brioche de costilla, fantástica. Conseguimos repetir por la noche y nos fuimos también encantados. Muy buen trato de los camareros, el local muy bonito y además muy buena organización dentro de la barra. De nuestros favoritos de La Laurel

Buena comida. El brioche de trucha increible, al iberico le sobra el queso fundido.

Bar de pintxos, las tapas eran más grandes que en los locales cercanos así como el precio era mayor. Lo que probamos estaba bueno, la hamburguesa y el torrezno

Camareras majisimas, los pintxo 10, te dejan meter al perro cuando hay poca gante y super niño friendly,fantásticos!

El pintxo de Brioche de costilla muy recomendable. Hay mucha gente pero sacan muy rápido

Vinimos a Tabola Laurel por el brioche de costilla, y reservamos para comer, porque tenía todo muy buena pinta. Para reservar sólo podíamos comer el menú Navideño, pero valió la pena. La comida no defraudó, de ahí las 5 🌟, sin embargo, el servicio y ambiente no eran los mejores. El Top platos sería en brioche, las alcachofas y las croquetas. La tarta lotus era increíble, así como la de queso. Servicio: Muy agradables durante todo el tiempo, pero no había buena organización. Sirvieron los dos primeros entrantes sin haber traído las bebidas. Después el ritmo entre plato y plato fue algo más lento, pero aceptable, aunque desde que nos tomaron nota de los cafés hasta que los trajeron pasó casi una hora, y cuando lo comentamos trajeron uno, al rato volvimos a reclamarlos amablemente y al camarero que en todo momento fue encantador nos contestó muy bruscamente, que se estaban haciendo y tenían que servir 12 (había más mesas). Tras comentarlo, porque la cafetera no estaba trabajando…nos los sirvieron en 3’. En los cafés con hielo nos dijeron que no los habían puesto (vasos con hielo), porque no les quedaban vasos limpios 😳. Les dimos los nuestros de agua para que pusiera ahí el hielo. Ambiente: muy ruidoso, demasiada calor, agobiante en resumen. Conclusión: tienen mucho éxito con los pinchos, que sirven al inicio del bar, y la entrada se colapsa de gente. Constantemente ves cómo sacan bandejas de brioches, sin embargo, entre el servicio de mesas y el de barra, hay algo de caos que penaliza al primero. Finalmente invitaron a los cafés, y aunque la comida fue de 10, la experiencia quedó empañada.

Menú del día muy completo. Cualquiera de los primeros está muy rico, pero las pochas con hongos y almejas son lo más, insuperables! Las chuletillas de cordero y el entrecot de vaca deliciosos, muy buena carne y cocinada a la perfección. El bacalao está impresionante, en su punto de cocinado y de sal y con un toquecito picante. Los postres caseros son un buen final, para los más golosos la tarta de queso servida con una bola de helado de almendra, ideal! Conviene reservar porque siempre hay mucha gente.

Local muy frecuentado, muy ricos los brioches de costilla y butifarra