La Taberna Bizarra en Santa Eulalia Bajera

Un lugar especial y diferente, a pesar de ser un sitio con encanto, hay detalles poco esteticos y no muy bien trabajados. La comida, un poco de todo, los primeros estuvieron buenos y en cantidad razonable, los segundos buenos pero pesados y poco elaborados, por lo que pagamos, esperaba algo mas. Esperiencia en general bien pero con muchos matices a mejorar. La chica que nos atendio fue super atenta y amable, y nos esplico todo a la perfección.

Me sobran las palabras para describir este lugar, no solo restaurante sino edificio que data de 1890-1900 restaurado al mas puro estilo de la generación del 98 (si tienes la suerte de hospedarte en sus habitaciones) El servicio lo lleva un matrimonio que no pueden ser más encantadores, te enseñan la historia de la casa y puedes ver sus comedores y como se hacía el vino de la época, por supuesto si quieres un buen vino para la comida déjate asesorar porque tienen el indicado para la comida que elijas. Nosotros elegimos entrantes: pimiento rojo cristal (exquisito y seleccionado con mucho cariño y laborioso), las alcachofas buenísimas (es la temporada) no probarás unas igual, las croquetas (cremosas y un sabor 100% casero) Los platos a elegir, rabo de toro (con su toque de vino oporto, para limpiar el plato de lo rico) y la codorniz con su ensalada y patata, buena no, lo siguiente. - Si quieres saber más llama y reserva porque os van a atender como en casa. VOLVEREMOS SEGURO. Gracias MIL

Comida casera de excelente calidad. Todo muy rico. Personal muy atento y amable. Volveremos.

Increíble restaurante con una estética muy especial y una cocina de altísimo nivel basada en los productos de la zona.

Toda una experiencia ir a comer a este sitio, fuimos xq estábamos en la zona y tenía buenas recomendaciones. No nos decepcionó en absoluto, los dueños majisimos y la comida excelente. El sitio es muy peculiar y bonito.

Un lugar increíble y unas personas encantadoras. Ver la maravilla de esas bodegas tan antiguas cuidadas con tanto esmero ya valdría la pena. Además cenamos genial. Y la carta de vinos, impresionante

Un lugar excepcional, sencillamente mágico. Escondido en un pueblito sacado de la Edad Media. Un restaurante con tantos rinconcitos como para enamorar a cualquier experimentado busca rincones. Estábamos mi esposa y yo con dos hijos ya mayores y una nieta también ya adulta. Hemos comido unas riquísimas alcachofas con jamón, unas tostadas de foie fresco, una ensalada de tomate y unas muy bien tratadas croquetas.De segundos una zarzuela de marisco exquisita, un oso bucco muy bueno y unos chuletones de vaca muy buenos. Nos ha costado tragar ya los postres por lo llenos que estábamos. Tras los café nos han dejado en la mesa el botellón de orujo para servirnos bien. Barato? Normal, cuando se come bién el precio es lo de menos.

Casa muy especial con bodegas subterráneas valor cultural y etnografico. Restaurada con mucho amor. Nosotros nos hospedamos en la habitación de Miguel de unamuno y realmente volvías a la epoca de la generación del 98. Y comos de lujo con la comida totalmente casera y explendida de esther. Personal muy agradable y atento.

Descubrimos un lugar precioso y nos llevamos una gran satisfacción al disfrutar de el ,tanto del local como el servicio y comida,sin duda volveremos

Ester , Vero, familiares , etc nos ofrecen siempre una atención totalmente familiar. Un lugar con un encanto único y una comida exquisita