La Pineda de Leon en León

Comimos y pasamos el día entero allí mi hijo de 3 años, mi mujer y yo y solo podemos decir que tanto la comida como el dueño y sus hijas nos trataron súper bien y estuvieron atentos para que pasáramos un día estupendo. El propio dueño nos recomendó el menú chuletón y acertó plenamente ya que la carne madurada estaba exquisita. La comida en general nos pareció de buena calidad y las instalaciones están genial para que los niños lo pasen muy bien en todos sus hinchables. Nos trataron muy bien y a pesar de la gran cantidad de gente que había están muy atentos a que no te falte nada y son muy rápidos. Repetiremos seguro aunque nos pilla bastante lejos para ir más a menudo.

He ido unas cuantas veces y tengo que decir que cada día sois mejores! la comida de hoy por el día de la madre, estaba espectacular. Si tienes familia y si no... pero quieres pasarlo bien, te RECOMIEDO este sitio, es super amplio y para niños tiene una zona en que se lo pasan genial mientras tu te tomas algo. Están super preparados, hoy.. el tiempo no ha acompañado y rápidamente prepararon una carpa para que pudiéramos seguir disfrutando de la familia y de la música en directo, los niños tuvieron que entrar por la lluvia, pero les repartieron pinturas y juegos que tenían de regalo y estuvieron super entretenidos.TODO AL DETALLE. la comida, la musica, todo un acierto para pasar un buen día en FAMILIA. Un sitio que hacen muchos EVENTOS DIFERENTES. SON ÚNICOS. GRACIAS

El punto fuerte que tienen es que tiene mucho ocio para pasar el día con niños. La comida era peculiar , no era mala, supongo que depende del gusto. Solo se podían escoger menús, nada de carta. El menú casi 25€/persona.

Buena atención, perfecto para ir con los peques a pasar la tarde, se lo pasan genial!

Comer en La Pineda de León es como ir a un festival gastronómico… pero sin tener que hacer cola ni pagar ocho euros por una caña. Este restaurante, pilotado con alegría y mucho salero por una familia catalana con más arte que una sardana bien bailada, es una joyita donde lo difícil no es pedir bien, ¡es no pedirlo todo! Desde que entras, el buen rollo es contagioso. Te recibe alguien con sonrisa de lunes que parece de viernes y te acomoda con una simpatía que te hace pensar: “¿Dónde he estado comiendo todo este tiempo?”. El ambiente es acogedor sin caer en lo cursi, con ese toque de restaurante que sabe lo que hace y no necesita postureo. La carta mezcla tradición catalana con productos locales de León, en una fusión que suena rara en teoría, pero que en la práctica te hace querer aplaudir al chef como si acabara de ganar Eurovisión. El secreto ibérico con salsa de romesco es de los que hacen que quieras escribirle poesía a una chuleta, y no se habla suficiente del flan casero… ¡eso no es flan, eso es religión! En resumen: La Pineda de León es el sitio ideal para quienes buscan buena comida, trato cercano y risas aseguradas. No tienen abuela en la cocina, pero no la necesitan: con esta familia catalana al mando, ¡ya se sienten como de casa!

Tanto el dueño como sus dos hijas son encantadores y muy eficaces ya que estaba todo lleno y eran rápidos y siempre con una sonrisa. La comida está rica y tienen opción de menús cerrados que están bien de precio

Menú del día abundante y rico. Adecuado para niños. Simpatía y buena atención

Comida casera,muy bien servicio i muy atentos i buen precio.tarta de la abuela muy buena😋👍🏻👏🏻muchasgracias al jefe i sus 2 hijas por la atencion.

Volviendo de la nieve se nos ocurrió llamar y nuevamente encantados. Elegimos el menú Calçots, como la otra vez magnífico y muy abundante. Esta vez además en vez de dos somos 4 (una niña y un bebé en carrito), esto hace que a veces se nos compliquen algunos lugares para comer. El menú infantil incluye acceso a un parque hinchable cubierto, lo que hace que mi hija de 3 años disfrute y eso vale oro. La verdad es que es un lugar que merece mucho la pena, y para eventos y familias aún mucho más.

Celebración familiar con menús de calçots. Éramos 13 y quedamos todos contentos. Continúan trabajando con profesionalidad y cariño. Para repetir nuevamente