La Parrilla de Don Jamón en Palencia

Cerca de las ocho de la tarde, solo pudieron ofrecernos de cocina una ración de torreznos porque la cocina no había abierto aún. Estaban buenos y la cerveza también, pero un poco caro todo. Supongo que se paga el sitio. Correcto.

Buen ambiente, para tomar algo o comer

Un sitio caro para comer en Palencia, pero muy rica la comida, en su punto y las materias se notan que son buenas. El sitio es elegante, aunque la música de fondo no acompaña con el lugar, y molestaba algo. Aún así, el servicio impecable, muy atento de lo q se pedía y la comida llegó bien y puntual, preguntando si todo estaba correcto o necesitábamos algo más. Por lo q muy bien Si quieres ir a un sitio q te tratan bien, pero eso si, lo tienes q pagar, para hacer una cena en pareja o ir a cenar con los amigos. Recomendable

Un local agradable y perfectamente acondicionado para disfrutar de un buen vino o de su gastronomía.

Hoy domingo comimos allí. Vimos falta de organización en camareros. Llegas y uno te manda a otro. Gran error cnd llegas a un restaurante. Un vez ya atendidos todo fué bien en especial por Esther. Una camarera super atenta con nosotros.

Hemos salido muy contentos con la atención y el servicio. La comida muy rica

Estuvimos comiendo ayer y la verdad que fue fantástico. Una comida buenísima y el ambiente fenomenal allí en la plaza disfrutamos muchísimo

Excelente comida. La menestra palentina muy buena y la brocheta de rape espectacular. Muy aconsejable.

Los camareros muy bien pero la encargada muy desagradable y mal educada

Solemos pedir unas brochetas, nos gustan mucho, las croquetas no merecen la pena, hay otras cosas mejores en la carta, pequeñas y desaboridas no distingues el sabor, pero estaban bien fritas. Con respecto al servicio, hay de todo, uno de los camareros muy profesional y otros que dejan mucho que desear sobre todo detrás de la barra. Actualizo reseña, me reitero yme pregunto porqué los camareros no intentan ser medianamente amables, ni saludan, cuando eres cliente bastante habitual, pero aunque no lo fueras, nada, como si fueras transparente.