La Mejillonera en Zaragoza

Fuimos después de mucho tiempo sin estar. Pedimos tres medias raciones de papas bravas, mejillones escocesa y chipirones con padrón. Las medias raciones algo escasas. Los mejillones ponían que eran picantes pero la salsa con tomate no lo era. La salsa de las papas bravas muy rica y los chipirones también. El camarero bastante arisco, la verdad. Nos trajo la cuenta antes de servirnos las tres raciones. Te cobran más si te sientas en las mesas, para mi algo excesiva la diferencia de precio entre la barra y la mesa. En general es un sitio para ir, comer algo rápido e irte, no te llama estar ahí más de lo necesario, no es muy acogedor, pero la comida, en general está bien.

El precio es elevado para lo que se ofrece. Estuvimos mi pareja y yo pidiendo algo para picar. La diferencia entre barra y terraza es muy notable. Caro para la cantidad y calidad . Pedimos media de mejillones a la marinera, y vienen muy pocos. En la media de chipirones bravos, mucha salsa y estaban algo duros. El pan muy gomoso. Conocemos otras mejilloneras de otras ciudades y ofrecen mejor cantidad y calidad. La atención rápida, camarero de barra agradable, el que atendía la terraza, poco agradable, estaba deseando que nos fuéramos y lo mostraba muy descaradamente. Desde luego, que no lo recomiendo.

Me pareció muy muy caro, una copa muy pequeña 3 euros ,y media de chipirones ,4 había 7 euros , carísimo, y bueno las patatas muy normales .

Después de los mejillones en cualquier especialidad, para mí el bocadillo de calamares es de lo mejorcito de Zaragoza

Un clásico de toda la vida de Zaragoza. Imprescindible comer mejillones allí. A mi gusto ala escocesa los preparan muy bien. Buenas papas bravas y los calamares a mi gusto mejores que en la competencia clásica qué está cerca.

Fue una cena familiar estupenda, la comida de buena calidad y un ambiente increíble. Lo mejor la atención del personal, amables y muy profesionales! De 10!!

Sino fuera por los mejillones y los calamares.,.entiendo que hay mucha gente pero quizás un punto más de amabilidad y menos atosigamiento

Fuimos mi pareja y yo a comer el día de la cincomarzada y nos pedimos un par de bocadillos de calamares y dos coca-colas. Uno de los bocadillos de calamares era sin picante y el otro con picante. El pan ha mejorado respecto al que tenían antes (que parecía chicle) pero ponen muy poca cantidad de calamares y mucha salsa en el pan. Aún así está muy bueno porque ambas salsas están muy buenas. Las coca-colas de grifo, venían ya echadas en el vaso y se notaba que eran de grifo. Al precio que tenían ya podían ponerlas de botellín o lata (3,30€ cada una, en mesa). Los camareros son muy antipáticos, tienen cara de pocos amigos. Nos sentamos en mesa pagando los suplementos correspondientes y la atención no fue buena, no nos dijeron ni “hola” al llegar y atendernos. Estuvimos el tiempo justo en la mesa, media hora desde que nos sentamos y nos comimos el bocadillo y la cocacola y fuimos a lavarnos las manos porque te bañas en salsa. En total estuvimos en el local media hora pero los camareros están deseando de que te vayas rápido, te miran mal y te hacen sentir incómodo. El precio ha subido mucho respecto de los precios que había la última vez que estuve y el precio de sentarte en mesa es muy superior al de pedir para llevar. Lo mejor: el bocadillo de calamares y el sabor de la salsa Lo peor: la poca cantidad de calamares que ponen en el bocadillo, la coca-cola de grifo a 3,30€/unidad y la cara de amargado del camarero. Están deseando de que te vayas, te hacen sentir incomodísimo aunque estés el tiempo justo en el local (media hora estuvimos). Terminamos de dar el último bocado al bocadillo y vino el camarero a llevarse los platos enseguida, mientras nos limpiábamos las manos. Adjunto fotos del local y ticket con precios.

Muy buenos calamares y patatas bravas cuando tienes hambre.

Caro y mediocre. Ha caído la cantidad y calidad de forma notable. Cuando estás comiendo, tienes a gente pegada a ti mirándote para coger la mesa de forma muy incómoda. Debería gestionarse por los camareros. Los mejillones en vinagreta no tenían ni una gota de aceite. El pan de los bocadillos malo.