La Guildera en Fuencaliente de la Palma

Un restaurante verdaderamente excelente donde todo está en su punto. Un servicio auténticamente amable y atento, comida deliciosa preparada con cariño, un gato residente muy tranquilo, y todo esto en plena costa atlántica. ¡Perfecto!

Disfrutamos de dos comidas en La Guildera este noviembre. Llamé una noche para reservar, ya que hay muy pocos restaurantes abiertos por la noche en el sur de la isla. El dueño, que hablaba un francés perfecto, me recibió muy amablemente por teléfono. Nos saludó con gran profesionalidad, amabilidad y generosidad. Disfrutamos muchísimo de las tapas y del tartar de mango (¡una delicia!), así como del filete de rabil. Decidimos volver al día siguiente para almorzar. Las demás tapas y platos que probamos estaban deliciosos (hamburguesa, tataki, gambas con alioli, etc.). Casi olvido mencionar su ubicación en pleno corazón de las plantaciones de plátanos y las increíbles vistas a una pequeña cala rocosa típica de la isla. Si alguna vez estáis por la zona, ¡no lo dudéis!

Localización de ensueño y personal muy amable y eficaz. La comida increíble, a precios muy razonables y cantidades abundantes. Recomendamos reservar para evitar esperas, aunque aún esperando merece 200% la pena. Volveremos seguro!

Buenas vistas, excelente servicio pero la comida justita. Relación calidad precio algo excesivo

Música y ambiente de club con vistas al océano.

Un lugar fantástico para comer con vistas al mar. El ambiente es rústico, pero la comida es excelente y la sirven con una sonrisa. Siempre nos encanta volver, aunque la carretera sinuosa no sea apta para todos.

Nos topamos con este quiosco, La Guildera, por pura casualidad durante nuestras vacaciones en La Palma. Está enclavado entre plantaciones de plátanos. Nos atendieron de maravilla: amables, atentos y profesionales. ¡Incluso charlé un rato en español, fantástico! Yo pedí el Filete de Rabil y mi esposa, Gambas al Aioli. Por un precio razonable, comimos muchísimo. Completamente auténtico. Además, ¡las vistas a la bahía son impresionantes! ¡Increíble! De postre, tomamos un Baraquito. Con una presentación preciosa y delicioso. Nuestra visita hizo que el día fuera realmente especial. Si alguien está de vacaciones por la zona, sin duda debería pasarse y darse un capricho. ¡Por desgracia, este tipo de servicio no se encuentra en los grandes hoteles!

El tartar de bonito con mango es excepcional.

Paramos a comer algo. Si no te gusta el marisco, no hay mucha variedad de platos, pero aun así están deliciosos.

Productos locales frescos y de temporada, bien elaborados, personal amable y buen servicio. Reservamos el mismo día. El lugar es muy agradable, tiene unas vistas preciosas. Nos llevamos una grata sorpresa. Muy recomendable.