La Font en Prades

Materia prima de muy buena calidad. Productos de praderas y proximidad. La comida muy bien cocinada y bien presentada. Buen servicio y atentos.

Comimos en La Font y la experiencia fue muy positiva. Probó el trinchado de la villa roja, que incluía un trozo de baldana (morcilla) con un sabor excepcional. En segundo lugar, eligió el surtido de butifarras, que venía con baldana blanca, baldana negra —de las mejores que he probado, de diez— y chistorra, acompañado de unas patatas bien fritas. Todo estaba delicioso. El postre, miel y requesón, fue un cierre perfecto. Mi mujer disfrutó de los canelones caseros como primero, que consideró los mejores que ha probado nunca, y también optó por el surtido de butifarras como segundo, y de postre un helado. El menú, que cuesta 29€, es algo elevado para un sábado, pero la calidad creo que quizás lo justifica. Lástima no haber podido acompañar el alimento con un vino tinto DO Priorat por precaución ante un posible control de alcoholemia, pero la experiencia sin alcohol también mereció la pena y convirtió el alimento en una ocasión especial. El trato fue excelente: el camarero, que hablaba castellano, fue muy atento, y la camarera joven destacó por su amabilidad, un verdadero encanto. Recomendable si buscas una experiencia diferente y de calidad, aunque no para el día a día si el precio es siempre de 29€. Como sugerencia, quizás incluir el café en el menú mejoraría aún más la experiencia. ######################################################### Comimos en La Font y la experiencia fue muy positiva. Probé el trinchado de la villa roja, que incluía un pedazo de baldana (butifarra negra) con un sabor excepcional. De segundo, escogí el surtido de butifarras, que llevaba baldana blanca, baldana negra —de las mejores que he probado, de diez— y chistorra, acompañado de patatas bien fritas. Todo estaba delicioso. El postre, miel y requesón, fue un cierre perfecto. Mi mujer gozó de los canelones caseros como primer plato, que consideró los mejores que ha probado, y también optó por el surtido de morcillas de segundo, y de postre un helado. El menú, que cuesta 29 €, es algo elevado para un sábado, pero la calidad quizás lo justifique. Lástima no haber podido acompañar la comida con un vino tinto DO Priorat por precaución ante un posible control de alcoholemia, pero la experiencia sin alcohol también mereció la pena y convirtió el almuerzo en una ocasión especial. El trato fue excelente: el camarero, que hablaba castellano, fue muy atento y la camarera joven destacó por su amabilidad, un verdadero encanto. Recomendable si buscas una experiencia diferente y de calidad, aunque no para el día a día si el precio siempre es de 29 €. Como sugerencia, quizá incluir el café en el menú mejoraría aún más la experiencia

Es un diez de lugar, sin duda el mejor de la plaza. Hemos pedido menú de fin de semana y ha sido un placer pagar los 29€. Todo de alta calidad con mucho mimo y casero. La tarta de avellana increíble!!!!

Restaurante en la plaza principal de Prades. Con amplia terraza y dos salones interiores muy grandes. Se ve que dan muchos servicios al día pero sirven bastante rápido. El menú del día cuesta 21€ con entrante, principal, bebida y postre. Hay opción de medio menú. Contundentes platos y bien preparados. La atención muy buena y tuvieron un buen detalle con nosotros. Buena carne, buenas butifarras y canelones. Lo recomendamos y volveríamos si tenemos ocasión.

Tanto la calidad como el servicio excelente

Stop essential!! Excelente servicio, comida espectacular cocinada y servida con un saber hacer especial. Puedes escoger entre un local amplio, moderno y acogedor o en una terraza en el centro de Prades. No te pierdas esta experiencia gastronomica!!!

Espectacular el menú, el entorno y la atención. 10/10.

Comida casolana (casera) a buen precio y servicio impecable.

Servicio muy simpático pero algo lento, igual necesitan alguien más pues se llena bastante

Nuestra primera vez en Prades fue espectacular gracias a encontrar el restaurante La Font para comer y... Sorprendernos, primero y ante todo, por el trato recibido por Rubén y el resto de la plantilla. Segundo, por lo limpio y bien emplazado. Y la comida, fue espectacular: el trinxat bien cocinado y presentado, el lagarto tierno y gustoso, y los pies de cerdo hechos a la brasa al punto perfecto con un acompañamiento (espinacas y cebolleta dulce...) delicioso. Pensamos recomendar el lugar y REGRESAR!!!!! GRACIAS🍀🍀🍀🍀