La Font en Prades

Buena comida y excelente trato a manos de Gloria y Jordi. También de despegue resto del equipo.

Increíble restaurantes!!!!! Desde el menú con unos platos increíbles y deliciosos hasta la decoración y el servicio!! Un 10!!!!

Un gran servicio y muy agradable y familiar

Lo mejor la excelente atencion y el agradable y acogedor comedor que tienen. Tienen un buen menú con varios primeros y segundos donde elegir. Postres muy variados también.

Fuimos a realizar el menú de domingo y nos sorprendimos con la variedad que había para elegir. Pedimos los platos y al rato nos comunican que uno de los primeros ya no les quedaba, debimos cambiarlo. Seguidamente un camarero apareció con un plato de fideua que supuestamente no quedaba. Fue detalle del jefe. Aún así nos pusieron todo lo otro. Una calidad buenísima, platos abundantes y el trato aún estar hasta arriba de trabajo fue genial. Pudimos estar en la terraza cubierta con nuestro perro. Sinceramente vamos a volver y lo recomendamos 100%!! Muchas gracias

es de mal puntuar, sitio ok, buena comida, (canelones, judías, bacalao, pies de cerdo, postres caseros) pero: muuuela gente, por tanto, servicio de bólido y medio superado ( 250 servicios a comer y más de 300 cenas! !!) y consecuentemente mucho ruido en el comedor. mezcla de opiniones

Nos gustó mucho, tanto el espacio (aunque muy concurrido), como el servicio y se nos dude la comida. Todo muy bueno… si tuviera que decir algo para mejorar diría los postres, las tartas q pedimos eran bastante compactas, nada esponjosos, por lo demás un 10!!

No hay nada como improvisar una cena en un hermoso pueblo de montaña de tu provincia y qué tal improvisación salga tan bien. Era un sábado de Otoño, una noticia del buscador de Google nos recordaba que hoy era el día idóneo para ver las auroras boreales (spoiler, no hemos visto ninguna), así que de manera espontánea decidimos dejar nuestra Tarragona Capital atrás y iniciar una excursión nocturna con nuestra princesa canina y a ver que. Después de 1h de carreteras serpentinas y de aguantar a una pomerania hiperactiva saltando como si fuera un conejo entre los asientos del coche, llegamos a este idílico pueblo de las montañas Tarraconenses. Ya desanimados porque ya veíamos venir que las únicas auroras que íbamos a ver serían las del protector de pantalla del iPhone, estuvimos paseando por sus hermosas calles, llegamos a una plaza y al ver una bonita terraza, nos decidimos a preguntar si era posible cenar dos personas. Su camarera con una enorme sonrisa nos dijo que sin problema y con una amabilidad rara vez vista hoy en día nos invitó a sentarnos. Primero que todo poner no 5, 10 estrellas a cada uno de los empleados de este restaurante por su atención al cliente!! Y luego pongámonos a hablar de la comida que ofrece, probamos las patatas rellenas de carne, exquisitas; y las pizzas que el local ofrece, espectaculares; masa perfecta, ingredientes abundantes y sabor excepcional. Daros las gracias porque después de nuestro decepcionante plan astronómico, habéis conseguido alegrarnos la noche de Sábado con vuestro plan gastronómico. Volveremos, eso tenedlo por seguro.

Restaurante muy bonito, con un servicio EXCELENTE y una comida exquisita . La relación calidad precio es inmejorable. Salió el cocinero ( y creo que puede ser el dueño) a preguntar directamente si nos había gustado., y disculpándose por que los canelones tenían mucha nuez moscada, estában buenísimos , como todo lo que comimos . Todo el personal atiende enseguida y con una sonrisa , el ambiente es agradable todo fluye perfectamente, quedamos más que satisfechos, es un gran descubrimiento, volveremos expresamente a comer y lo repetiremos, lo recomiendo muchísimo, no te lo pierdas !!! Gracias a todos los que nos atendieron

Hacía tiempo que no comía tan bien y con productos de tanta calidad, por este precio. El menú costó 20€ e incluía bebida, postre, cafe, chupito, primer y segundo plato, siendo estos copiosos. La atención del personal es exquisita y el restaurante es super acogedor y decorado con mucho gusto. Gratamente sorprendido. Si vuelvo a Prades, comeré nuevamente aquí.