La Cuchara de Baco en Logroño

Fuimos a uan cena de empresa, nos dieron opción de dos menús y habíamos informado que llegábamos a las 22h15 (salíamos de trabajar). Llegamos por el tema del trabajo unos 10 min tarde y ya no teníamos para elegir el menú degustacion...en principio nos mosqueados un poco porque ellos también estaban enfadados y se notaba q querían servirnos rápido para cerrar cocina. Debo decir que tenían parte de razón , aunque a veces el trabajo te hace llegar tarde. El servicio terminó todos contentos, comimos rápido y ellos mejoraron en su atención un 10 y simpáticos...todo terminó bien y repetiremos también...volver a disculparnos por llegar tarde.

Ambiente muy agradable y tranquilo, y un menú variado y muy apetecible. Todo muy rico. Muy recomendable.

Fuimos a cenar sin menú y fue caro para la cantidad servida. Nos cobraron hasta el pan y salimos a casi 40€ por persona sin cenar demasiado. La comida era correcta pero desde luego por ese precio la esperaría mejor. Respuesta a su respuesta: no fuimos nosotros esa mesa de 8 personas que el propietario menciona así que ese “malestar por los chupitos” del que habla no tiene que ver con nosotros. Debería cerciorarse antes de responder.

Restaurante tranquilo, personal muy atento. Comida elaborada y muy rica. Comimos el menú degustacion y muy recomendable.

Comida calidad precio excepcional y el servicio un encanto. Con ganas de volver

Menú degustación por 48€/persona muy rico! De los platos servidos como es normal había bajo nuestros gustos unos mejores y otros no tanto (pero ni muchísimo menos malos), nuestro favorito el canelón de boletus! Las albóndigas de rape estaban muy sabrosas y el bacalao en sí bajo mi humilde gusto no tenía protagonismo pero se lo llevaba el pisto que tenía de base que estaba espectacular! El cochinillo muy bueno pero si eres de los que no te gustan mezclar mucho lo dulce con lo salado quizás no sea tu plato estrella. En cuanto a postres en el menú solo entraba la tarta de queso pero pedimos el favor de que nos pusieran la torrija y la tarta y sin problema, la torrija sin duda un espectáculo, la tarta buena textura pero un toque de queso más potente sería maravilloso. El servicio SÚPER amable, atento y no hubo ningún problema en la adaptación de algunos platos para mi chico que no comía carne. Gracias por la experiencia !

Menú degustación de 50 euros. Correcto en cuanto a elaboración pero bastante escaso. No vale escudarse en que eso es un menú degustación ya que entiendo que las raciones deben ser más pequeñas que en un plato convencional pero había alguno que literalmente te daba para un tenedor. Los camareros encantadores y muy atentos pero el servicio muy lento. Tardaron más de media hora en empezar a servirnos y entre algunos platos casi 15 minutos. El espacio tranquilo, agradable y con amplitud entre mesas. Como no se puede contestar, doy respuesta por aquí. Llegamos tarde si, a las 15.08 estábamos todos en el restaurante y precisamente como no salía la comida, la gente iba continuamente a la calle a fumar, a pasar el rato. Esa es la realidad, no al revés. Por otro lado, lo del pan es cierto, está incluido en el menú y en eso no escatimáis, nos inflamos a pan de maíz en los 15 minutos que había entre platos, menos mal! Creo que había sido bastante correcta en la reseña pero por lo que veo no aceptáis comentarios que bajen del excelente.

Fuimos a menú de fin de semana, experiencia muy posivita. Generalmente todo estupendo, el rissoto algo insípido, nos sorprendió que no sepa a nada, pero pasa en todas las casas de vez en cuando. La tarta de queso no está ni en el top 20 de restaurantes que ofrecen tarta de queso, con lo cual recomiendo otro postre, torrija u otra cosa. Por lo demás todo genial, el cochinillo de 10, los camareros muy atentos. Cuando el restaurante está lleno, se convierte en un sitio muy ruidoso, y como es tan pequeño escuchas las historias de los de al lado 😅 Repetiremos seguramente, y muy recomendable el menú en cuanto a calidad precio, si aciertas que los platos sean de tu gusto, claro.

En general todo bien, ambiente acogedor, mesas con vajilla y cristalería distinguida, espacio entre mesas que permitían conversar sin molestar ni ser molestados, atención correcta por parte de todo el personal y en particular de Carmen. Respecto a la comida todo estaba bien ejecutado y sin pegas, a excepción de un arroz meloso con delicias de rape y bacalao con mahonesa de lima y citricos que ni era meloso, ni traía rape ni bacalao (al menos visible), ni mayonesa de nada. Era insípido, estaba un poco engrudo y poco atractivo a la vista. Lo pideron tres comensales y dos lo comieron a regañadientes y el tercero lo devolvió a cocina y lo cambiaron sin problemas por otro primero. La verdad es que no hicieron muchas preguntas por el motivo de la devolución, sospechamos que no era el primero del servicio. Los segundos sabrosos, con fondos potentes y saciantes, lo que hace que si bien las cantidades no sean excesivas sí se queda el comensal con sensación de haber comido suficiente. Los postres que pedimos ricos, la crema del goxúa parecía más una natilla pero estaba bueno. Nada que objetar para el precio del menú del día de viernes (24,90€). No encuentras fácilmente en el centro de Logroño lugares agradables y con ambiente "tranquilo" a peser de estar lleno para comer por ese precio.

El restaurante es un 10, al igual que la comida el trato y el ambiente. El menú que probamos era de 30€/ persona y la verdad que espectacular. Para una situación especial es un acierto ir