La Alacena de Francis en Málaga

Todo excelente!!! Fundamental visitarlo si uno está en Málaga ya que es una experiencia única en todo sentido. La atención de Daniel hace que sea un momento inolvidable. Vale la pena su precio.

Daniel con sus recomendaciones y su mujer con la cocina, hacen de este sitio, un lugar en el que comer es además de saborear su excelente cocina, pasar un rato muy agradable. El lugar es pequeño y acogedor. Sus pescados ahumados son un descubrimiento. Recomendable al cien por cien.

Toda una experiencia gastronómica. Hay que dejarse asesorar por Dani, no se equivoca. En la cocina, la magistral Natalia (o debería decir Natasha) te trae las especialidades rusas a la mesa. Volveremos muchas veces más.

Experiencia maravillosa! Indispensable visitarlo si vas a Málaga. La comida estupenda, el lugar súper acogedor y, sobre todo, un trato fantástico por parte de Daniel. Nos recomendó y nos fue explicando cada plato de comida, haciéndolo todo mucho más entretenido. Los platos estaban increíbles. Lo recomendaría sin ninguna duda!!

Increíblemente bueno!!! Que espectáculo, que servicio y que comida!! Así da gusto ir a los sitios! Que no se pierda ese encanto, de dar un buen trato al público! La comida espectacular y eso de poder viajar a través de la comida sin moverte del sitio es un verdadero lujo! Muchas gracias, Daniel! Un placer haberte conocido!

Es un sitio magnífico, una atención espectacular, desde luego un lugar para repetir y para mí un 100%.

Muy buena comida y atención del anfitrión, muy sorprendido del sabor y calidad

Un sitio muy particular, acogedor, tranquilo, y la comida es una fusión entre rusa y española con unos platos muy originales. Sin duda para repetir muchas veces.

No te pierdas este encantador restaurante cuando visites Málaga. Con asientos para menos de 20 personas, se le trata de la realeza al entrar. El proveedor Daniel y Natalia tiene un estilo, es humorístico y hace un gran trabajo con las recomendaciones de comida y vino. Este era nuestro restaurante favorito en el sur de España, ya que la comida estaba deliciosa y muy bien presentada.

Es un pequeño restaurante con capacidad para un máximo de 16 personas y como es muy popular, es recomendable reservar. Dirigido por un equipo de marido y mujer hay una selección de platos de dos menús, uno español, el otro ruso, pero son discretos y no una fusión. El propietario me recibió con un vaso de moscatel y un pequeño paquete de pan cubierto con una cucharada de pasta de mezcla de mariscos caseros, que fue una gran introducción. Tomé un vaso de un Verdejo blanco para acompañar mi entrante de alcachofa a la parrilla y un panecillo con una mantequilla infundida de hierba seca. Ambos estaban deliciosos. Después de este entrante, a mí y a todos los demás comensales nos ofrecieron un trago de vodka helado con una pequeña rodaja de pepino. Había un ritual para beber esto y todo el restaurante tenía uno en este momento. ¡Aspira, respira, baja en uno, huele el pepino, cómete el pepino! Opté por el filete de atún, una porción generosa, perfectamente preparada y acompañada de una pequeña selección de verduras. Como postre tomé Morcilla de chocolate, un helado de chocolate negro con sabor intenso con un poco de salami de chocolate y un pequeño café al lado. Me ofrecieron un licor en la casa que fue un buen toque para terminar mi experiencia. Aperitivo, entrante, principal, postre, botella de agua con gas, dos copas de vino y un café en una primera tarifa todo por menos de 50€. Así que, gran valor también. La comida es excelente, el servicio es atento y excelente, el inglés se habla bien y diría que si estás en Málaga, esta es una experiencia que no te puedes perder.