23/08/2025: El otoño es la transición de los placeres inocentes del verano a los goces sólidos del invierno. Antigua Casa Royo, mantiene su sello distintivo: cocina a la brasa, ambiente acogedor y platos que cuentan historias.
Pulpo a la brasa sobre patatas a lo pobre. Un plato que roza lo sublime. El pulpo, tierno y con ese toque ahumado de la brasa, se posa sobre unas patatas a lo pobre que aportan dulzura y textura. La salsa que lo acompaña, es una combinación que respeta el producto y lo eleva.
Sorpresa con jamón y escabeche, toda una bomba. La sorpresa es doble: por la presentación y por el contraste de sabores. El jamón, de calidad superior, se funde con el escabeche en una sinfonía que despierta el apetito y deja huella.
Ternasco asado con patatas fritas y patatas a lo pobre. Un clásico aragonés ejecutado con maestría. El ternasco, jugoso y dorado, se acompaña de dos tipos de patata que aportan matices: la frita, crujiente; la pobre, melosa. Un homenaje a la tierra.
Ni que decir del postre, siempre elegido por Carlos, tarta con bola de helado y salsa acaramelada. La tarta, de color vibrante, es esponjosa y sabrosa; el helado aporta frescura, y la salsa acaramelada lo envuelve todo en un abrazo dulce. Es el broche perfecto para una comida que no solo alimenta, sino que reconforta.
Una vez más, y ya son muchas, pues aunque el nombre de Casa Royo haya añadido Antigua, no es solo un restaurante: es un lugar donde la tradición se sirve en cada plato y donde cada visita se convierte en recuerdo, en dos corazones y una historia.
22/08/2025: Buen lugar para parar si estás en ruta por la A68 a la altura de Zaragoza, 14.50 el menú y hay brasa, el local amplio y los baños muy limpios, el servicio agradable y rápido. Lo recomiendo