Hipnótico ver cómo te preparaba el campero.
Aunque las veces que estuve, la preparación de los pedidos era algo lenta, destacaría la limpieza (cada vez que terminaba un pedido, limpiaba la plancha) y el mimo con el que preparaba cada bocadillo.
Sitio para pedir y recoger, ya que como mucho en el local cabe una mesita.