Guachinche El niño de Barreto en La Matanza de Acentejo

¡Un guachinche realmente increíble! Comimos pan con alioli, queso de cabra con cebolla y mermelada de higos, calamares con garbanzos y un delicioso filete. Además del postre, vino, refrescos y café expreso. Puedes sentarte dentro o fuera y observar la cocina. Hay baños disponibles, por supuesto. El personal es muy amable e incluso habla un poco de inglés. Merece mucho la pena probar esta comida típica canaria.

Siempre que venimos a la isla vecina, venimos a comer aquí. Sin duda el plato Pico Teide un espectáculo!

Cuando hay partido un poco de dificultad para aparcar, entre otras cosas y ademas complicado de encontrar. Pero tiene un servicio muy bueno, amable, educado y atento, los bancos la verdad es q son muy incomodos , gracias a q ahora instalaron wifi gratuita, pq no tenia buena cobertura. Quizas se podría ampliar la variedad de postres, aunque entiendo que todo es dentro de lo posible. Y reformar los baños, ya q sobretodo, para las personas mayores, son muy incómodos.

Todo riquísimo, buen servicio y buen precio. Volveremos

Guachinche El Niño de Barreto es uno de esos lugares que te hacen sentir como en casa desde que entras. Ubicado en La Matanza de Acentejo, justo al lado del campo de fútbol, tiene una ubicación cómoda con mucho espacio para aparcar, algo que siempre se agradece. El ambiente es muy acogedor, con una terraza exterior perfecta para disfrutar del aire libre y un salón interior amplio para cuando buscas un poco más de tranquilidad. Además, es accesible para personas con movilidad reducida, lo que demuestra que piensan en todos los detalles. La comida es absolutamente deliciosa, con una carta que refleja lo mejor de la cocina canaria. Si eres de los que disfrutan de las raciones generosas, este es tu sitio. Sus especialidades son variadas, desde entrantes como el queso, sopa, ensaladas y ropa vieja, hasta platos contundentes de carne y pescado. Si vas, te recomiendo probar el “Pico Teide”, que combina papas con tiras de solomillo y una sabrosa salsa de champiñones, ¡una delicia! También tienen postres caseros como el quesillo o la tarta de limón, que no puedes dejar de probar. Otra cosa que destaca es su vino de cosecha propia, que es el acompañamiento perfecto para los platos. Si te gusta el vino local, este es un buen sitio para disfrutarlo. El servicio es cercano y atento. A veces, durante el fin de semana, puede llenarse un poco, así que lo mejor es reservar con antelación, aunque también puedes esperar un poco y disfrutar de la experiencia. Aparte, tienen comida para llevar, por si prefieres disfrutar en casa. En resumen, el Guachinche El Niño de Barreto lo tiene todo: buena comida, buenos precios, buen vino y un servicio amable. Ideal tanto para una comida en familia con los más pequeños como para una tarde relajada con amigos. ¡Volveré sin duda!