Gran Hotel Reymar en Tossa de Mar

El hotel ofrece la vista más hermosa de toda la región. Desayuno muy completo. La media pensión incluye desayuno y puede elegir entre almuerzo o cena. El almuerzo y la cena se sirven en su mesa. Puede elegir entre tres menús de cuatro platos. El hotel se encuentra a 500 metros del encantador centro de la ciudad, con numerosas tiendas y restaurantes. Los precios son asequibles. El hotel está situado un poco más arriba del centro, pero a poca distancia a pie.

El hotel era precioso y el personal muy amable. Las habitaciones estaban limpias y la cena en el restaurante fue fenomenal. ¡Recomiendo ampliamente este hotel!

El spa ya cerrado a 16 de septiembre, ¿por fin de temporada????

El pueblo de Tossa de Mar es precioso, con encantadoras callejuelas repletas de tiendas. El hotel está en una ubicación excelente, con vistas a la playa, al mar y al castillo. El desayuno estuvo muy bien, excepto el café, que sabía fatal. El servicio fue muy amable y bueno. El servicio de transporte (Aaron) también fue excelente. El servicio de habitaciones fue excelente. El precio del aparcamiento, de 21 € al día, fue un punto negativo. Podrías haber encontrado una plaza de aparcamiento más barata cerca. Tampoco proporcionaban toallas de playa; habrías tenido que comprarlas. En resumen, el hotel es recomendable solo por su ubicación.

Le he dado al Gran Hotel Reymar 5 estrellas por las habitaciones, el servicio y la ubicación, y si pudiera haberle dado 6, lo habría hecho. El personal fue excelente (feliz, atento y muy servicial), las habitaciones estaban limpias, ordenadas y bien cuidadas, al igual que todas las zonas comunes. Situado en lo alto de un promontorio rocoso, se disfrutan de unas vistas impresionantes del castillo y del casco antiguo al atardecer. ¡Perfecto! Ah, y tienen aparcamiento subterráneo privado.

Un hotel maravilloso, situado en un alto sobre el mar, con salones para comer con vistas al mar, las mejores del entorno. Nuestra habitacion, doble con vistas al mar, sin ser un salón de baile tenía una cama King muy cómoda con la firmeza en su justa medida, un gran ventanal al mar y a una amplia terraza privada. El cuarto de baño súper funcional, correctisimo, el plato de ducha extra grande aún que lo intentes no te das con la mampara. Lo único que he echado en falta es un pequeño escritorio pero desde luego se puede vivir sin él. La piscina grande y tranquila, con muchisimas tumbonas y zonas de sombra. Los salones para el desayuno, almuerzos y cenas con unas vistas impresionantes al mar y a Vila Vella. Desayuno variado, no hemos echado nada en falta, fruta fresca pelada, bolleria diversa casera, embutidos de calidad, panes diversos para tostar... de todo. Nosotros comimos un par de veces el menú del día y estaba de 10, buenisimo todo y si estas alojado en el hotel te cobran algo menos. El personal del hotel, desde recepción a restaurante pasando por camareros de la piscina, limpieza, todos, no me quiero olvidar de nadie, te dan un trato exquisito, atentos, amables, todo el tiempo pendientes de los clientes. Por supuesto prometemos volver, nos ha encantado y lo recomendamos con los ojos cerrados

La habitación era preciosa y las vistas nos dejaron sin palabras. La atención también fue de 10.

Estuvimos dos familias 8 días. Buena recepción y amables. Habitación correcta con baño comodo. Se ve que habían sido reformadas. Vistas desde la habitación ( con vistas a piscina y mar) inmejorables Parking con alguna dificultad pero suficiente ( pero es necesario por la ubicación del hotel) Comedor con vistas impresionantes ( no encontraréis ninguno con estas vistas) no tengo palabras para describirlo. Comida correcta, en vez de bufet tienes tres platos para elegir, que siempre alguno te cuadra. Servicio correcto dirigido por Paco, mejor dicho Don Paco, el metre, un diamante en bruto que te hace sentir como en casa. No hay problemas todo son soluciones y ganas de agradar a los comensales dirigiendo el comedor a la perfección. Sólo por este detalle te dan ganas de volver al hotel. Ubicación muy buena. Tanto para bajar a la playa como para visitar el pueblo dando un paseo. Un poco incómodo para salir con el coche. En resumen, nos sorprendió para bien el conjunto de todo el hotel.

Verónica me ha hecho el que seguramente sea el mejor masaje de mi vida. Un final perfecto para unas vacaciones en familia en un hotel maravilloso.

Hotel muy bien ubicado, con impresionantes vistas al mar. Todo el personal es amable, atento y sonriente. Las habitaciones están limpias, el hotel está impecable y la piscina es preciosa.