El Tintero II en Málaga

Tienes que ir, SÍ o SÍ. Una cosa es que te lo cuenten y otra es vivirlo... Calidad / precio muy correcta.

Mi padre es de allí y fuimos hace un par de semanas para que pudiese volver a visitar Malaga y como no visita obligatoria en El Tintero. Yo no había ido nunca. Impresionante el sitio. Buen ambiente, los camareros y camareras son muy simpáticos y los cocineros chapó. Todo buenísimo. Sin duda alguna la buena fama la tienen más que merecida. Volveremos sin duda allí.

Visita obligada para conocer la comida feriante. Cual buffet móvil, fluyen platos deliciosos al son de gritos mercaderes. Sin duda, un homenaje a Asterix y las 12 pruebas. !! Y aquí llega el elefante guisado !!!

Van sacando comida y eliges lo que quieres.

¡Excelente comida en un ambiente inusual e inspirador! Como estar en un musical de comida en vivo. Estrella extra por velocidad, menú y postres. Si hubiera café disponible, habría sido de cinco estrellas.

Lugar muy acogedor,buena comida,buen servio.

Hemos comido en familia . Es un establecimiento * peculiar * en el que los comensales solicitan la comida , según va saliendo de cocina ; y los camareros anuncian los productos . Variedad en productos de la mar , de la zona Escasa oferte en platos de carne . Variedad de frutas y dulces .

Experiencia muy divertida, segunda vez que voy. Platos de pescado y marisco muy buenos y sabrosos. Seguro que hay sitios más económicos pero lo que ocurre en el Tintero es único.

Fuimos recomendados porque había un sistema de subasta que luego resulto que no se hace por las noches. La comida bien pero de un nivel de calidad medio. Lo que no nos gusto es que después de comer y cuando pedimos el postre solicitamos que nos limpiaran la mesa que estaba llena de restos de los platos anteriores y nos dijeron que teníamos que pagar antes de que limpiaran la mesa ???? alucinamos porque era una vendadero desproposito comer el postre rodeados de tantos restos. Nos dijeron que era la costumbre porque el las subastas se pagaban por platos contandolos (algo que se podría entender) pero cuando no haya subastas (por ejemplo en las cenas) se podría ser más "normales" y limpiar las mesas, antes de los postres y el café. Una experiencia agridulce. A cenar no volveremos y puede que si volvemos a Málaga y queramos comer y tengamos ganas de jolgorio con amigos vayamos a ver como funcionan en las subastas, pero si no es por esto, no se justifica una repetición.

Pescaito frito en un chiringuito donde los platos son subastados por los camareros. Es una manera curiosa y divertida de comer, aunque muy ruidosa... Puedes ver los platos antes de pedirlos pero puedes quedarte un rato esperando los que desees. Precios algo más caros que el resto de chiringuitos de la zona.