El Rinconcito De Manel en Salou

Genial. Bien servicio, buenas vistas. Un lugar estupendo para pasar un rato agradable

Magnífico lugar, buenas vistas y muy buena comida. Por falta de tiempo no hemos podido probar los platos dulces, pero tenían muy buena presentación. Trato excelente. Volveremos.

Tenía muchas expectativas en este sitio, pero estoy un poco decepcionada con la comida. Hemos pedido un muffin, pero el sabor era el de una madalena corriente de bolsa de un supermercado, aunque el precio es como si fuese casera. Hemos pedido también una rueda dulce y ha pasado lo mismo, palmeritas, mini madalenas con gusto a las de cualquier supermercado. El resto de cosas que hemos pedido estaban buenas. El servicio un poco lento y descoordinado, eso sí, las vistas del sitio son espectaculares.

Contamos con El Rinconcito de Manel para nuestra boda y fue todo un acierto. Nos montaron varios rincones preciosos: el photocall exterior, un espacio mágico para los niños con tipis y su famoso Rincon Dulce: un carro espectacular lleno de dulces que triunfó entre grandes y pequeños al momento. La decoración estaba cuidada hasta el último detalle, con mucho gusto y mucha ilusión. Consiguieron dar un toque especial y acogedor a la fiesta, y todo el mundo disfrutó muchísimo. ¡Sin duda, les recomendamos al 100%!

Sitio muy coqueto para tomar todo tipo de postres, batidos, cócteles en Salou. En plena calle colon con vistas al mar, debería tener algún ventilador. Para refrescar a los clientes en ciertas horas.

Muy bonito todo y la comida está bien, son tapas diferentes y originales, algo diferente

Buen sitio, tiene platos con combinaciones originales y muy acertadas a un buen precio. Una lástima arruinar la experiencia racaneando con un ingrediente barato como la Nutella. Pedimos unos gofres con Nutella y fresas, y la masa muy rica, pero había dos fresas para cuatro gofres y unos hilos de Nutella. Acabamos dejando parte de los gofres porque había porciones sin nada de Nutella y había que pasarlos a palo seco.

¡Un lugar ADORABLE! Un ambiente colorido y divertido, junto al mar. Nos encantó la idea de poder pedir diferentes minidises para compartir, servidas en expositores, cada una más divertida que la anterior. La comida es muy buena. ¡El personal es encantador! Fuimos dos veces durante nuestras vacaciones; cada vez que estaba lleno, nos avisaron y nos indicaron un tiempo de espera que, en ambas ocasiones, respetaron. Por fin, un lugar diferente a todo lo que se puede encontrar cerca.

Un momento puro de relajación en familia.

Es una terraza con unas vistas privilegiadas. Espectacular por la mañana y más todavía para la puesta de sol. La carta es amplia tanto de comida como de bebida, dulce y salado. Buena calidad, cantidades abundantes y barato teniendo en cuenta la calidad y la ubicación del local. El servicio es muy amable, algo difícil, ya que está siempre a tope. Muy buena gestión de la lista de espera