El Raco de la Viny en Vila-rodona

Todo muy bien. Menú diario 15€ con café incluido. Ahora lo traen otras personas. Te recitan el menú en la mesa, no lo tenían en papel... Comedor grande. Buenas vistas de viñedos. Aparcamiento grande.

El servicio deja mucho que desear

Un buen come más un buen ambiente con un servicio inmejorable de Cristina y el resto de compañeros, hacen que tengamos ganas de repetir.

Menú de 15€, acompañamiento del salchichón muy escaso (2 champiñones y media patata), los postres eran muy limitados.

Restaurante de carretera con buena comida a precio razonable. Lastima la mala ventilación.

Desde el momento en que crucé la puerta del Racó de la vinya ,supe que estaba a punto de vivir una experiencia culinaria inolvidable. La atmósfera del lugar es acogedora y elegante, con una decoración que combina elementos rústicos y modernos, creando un ambiente perfecto para disfrutar de una buena comida. El menú es una verdadera celebración de la gastronomía local, con platos que destacan por su frescura y creatividad. Desde las entradas hasta los postres, cada bocado es un deleite para los sentidos. Sin embargo, lo que realmente distingue el raco de la vinya es el trato excepcional de su personal. Cada miembro del equipo es amable, atento y profesional, haciendo que te sientas como en casa. Desde la bienvenida cálida hasta las recomendaciones personalizadas, el servicio es simplemente ejemplar. Sin duda, el raco de la vinya no solo es un lugar para comer; es un destino que ofrece una experiencia memorable, donde la comida y la hospitalidad se combinan para dejar una huella imborrable en el corazón de sus comensales. ¡Altamente recomendado!

Muy casero y muy bueno todo. Muchas gracias equipo!

Bien me gusto volveré y precio excelente

Entramos al restaurante ya que estábamos de ruta en moto. Eran las 11:20 donde preguntamos si podíamos almorzar, la respuesta fue sí pero la cocina cerraba en 5’. Mi mujer pidió un bocadillo de lomo/queso a la plancha estando bueno pero la sorpresa fue que se encontró un pelo, en cambio pedí una llesca de butifarra negra a la brasa con ali oli que estaba muy buena. Para beber fue un agua de 1.5l y un café solo. La cuenta ascendió a 17.35.

Este restaurante ya no es lo que era!! Los platos como la escudella son con menor cantidad y platos que antes entraban en el menú ahora van con suplemento ,como el muslo de pato confitado. El ambiente sigue siendo el mismo. En cuanto al servicio ya no es tan rápido