Parada obligatoria si vas a Lloret. El local es precioso y se nota el cariño con el que lo cuidan sus dueños. Cerveza fresquita, buenas tapas y trato increíble. Merece mucho la pena pasarse por este Museo. Volveremos sin duda!
El local por dentro es un auténtico museo, con una gran historia detrás de la vida de sus dueños, personas encantadoras, amables y con una vocación de servicio que demuestran en el trato que tienen hacia los clientes.Da gusto parar a tomar o a picar algo. Cerveza fría, buenas tapas (las bravas excelentes). Volveremos, sin duda.
El mejor tokko del mundo, prueba de alarma contra incendios gratuita durante la visita. Era un cliente habitual aquí con Jochem. Pronto empezamos a conversar y pasamos una agradable velada juntos. PD Yo no pediría la hamburguesa, no es súper fresca ;)