El Gato calle Casablanca en Torremolinos

Gran experiencia, comida fusión excepcional. ¡Me encantó! Explosión de sabor. Gracias

Hemos estado en El Gato, junto a la playa, muchas veces durante nuestras visitas a Torremolinos, pero nunca en El Gato Lounge. Afortunadamente esta versión es igual de buena. Compartimos el entrante de la morcella con huevo de codorniz y comimos una ensalada para cada plato principal: una de queso de cabra y pera y otra de gambas y aguacate. Ambos fueron fantásticos, bellamente presentados y con un sabor tan bueno como parecían. Terminamos con el postre de budín de pan que estaba tan delicioso como todo lo demás. Gran servicio y ambiente, simplemente una experiencia realmente buena.

Como siempre una parada obligatoria en Torremolinos! La atención de Mario fue genial y la presentación de los platos muy conseguida. Volveremos de nuevo.

Fuimos un grupo de ocho personas en la terraza y nos gustó mucho a todos. Los platos muy bien presentados y la comida muy buena. Recomendable.

Muy buena relación calidad precio. Raciones abundantes y servicio muy agradable. Recomendable para cenar

Excelente servicio, comida de sabor excepcional, menú amplio y variado: deliciosas hamburguesas, fusión española y asiática. Siempre se reservan, por lo que es poco probable que lleguen sin cita previa: reserve con anticipación en línea aquí. Los precios son muy razonables. El ambiente es excelente para citas o entretenimiento. ¡Los mejores platos son las albóndigas y la hamburguesa!

El mejor restaurante de Torremolinos. Platos con identidad y todo casero y pensado a buen precio. Lo recomiendo mucho porque en los muchos días que pasamos aquí fue el único restaurante que me gustó mucho.

Bonito lugar con menú original. Propietario holandés, personal amable. Puede estar ocupado, así que es mejor reservar con antelación. Muy amigable para los homosexuales, pero también eres bienvenido con tu familia.

Excelente restaurante con gran servicio. Comimos dentro del restaurante. El ambiente del restaurante es perfecto.

Cenamos en el exterior, en la acera, pero era un ambiente muy bonito con pequeñas luces colgando de los árboles y en las mesas. El personal muy amable y los platos muy ricos, con un punto de fusión y bastante modernos en la presentación. La única pega es que tienen poca cantidad para el precio, pero los sabores merecen la pena.