El Bodegon en Ponferrada

Bueno "El Bodegón" es un clásico y no creo que haya berciano que no afirme que los mejores mejillones y patatas bravas del mundo se comen aqui y punto... no hay discusión...

Empezando por lo bueno debo decir que la comida está muy buena y los precios están bien, la sangría de cava espectacular. El lugar está bonito pero… (aquí viene lo negativo)… al no tener servicio en mesa es un poco caos pillar una vacía y pedir en barra y pedir en barra al mismo tiempo, si vas solo imposible hacer ambas. Además limitan la compra a solo efectivo y el cajero más cercano lo encontramos a 15min andando.

Fuimos porque es muy típico de Ponferrada. Ya que solo tienen 4 platos pensemos que serían muy buenos, pero están bien. Para solo tener 4 cosas tienes que esperar bastante por ello. Está siempre a tope, nosotros tuvimos suerte y de que al llegar se iba una pareja pero sino es difícil conseguir mesa sin esperar

En nuestras visitas a Ponferrada es un sitio obligatorio para ir a cenar

Sitio singular, económico y autoservicio.

El Bodegón es una parada imprescindible en Ponferrada. Tienen, sin exagerar, las mejores patatas bravas y mejillones que hemos probado: sabores auténticos, raciones generosas y un punto de cocina que engancha. Es cierto que hacía bastante calor y no sirven en mesa, y que solo se puede pagar en efectivo, pero todo eso pasa a segundo plano cuando llega la comida. Un lugar con carácter, tradición y sabor que merece la visita.

Parada obligatoria en el centro de Ponferrada. Nos encantó cenar en El Bodegón. Los mejillones y las bravas con la salsa de la casa es una exquisitez. Los calamares también muy buenos. Nos atendió una camarera muy agradable que nos recomendó la cerveza Colmo. El ambiente es una pasada, tuvimos suerte y conseguimos sentarnos en una de las últimas mesas que quedaban libres. Al poco había una cola con bastantes personas esperando mesa.

En realidad no sé cómo calificar éste sitio. Empezó siendo bodega de vinos y licores espirituosos desde 1709, hasta mediados del siglo xx, alrededor de 1950 o 1960, que se convirtió en sitio mítico, en donde desde ese momento hasta ahora servían sólo cuatro platos, mejillones, cortezas, calamares y patatas bravas. Excepcional y necesario hablar de la salsa secreta, tanto de los mejillones como de las bravas (Al parecer es la misma, pero personalmente me saben diferentes y exquisitas) y de un cóctel que llaman Bierzo Libre, también receta secreta. A parte de refrescos, sangrías y demás bebidas más comunes. Por tanto, tiene la decoración de principios del siglo XX, digna y clásica, y ese ambiente berciano de la zona. Por tanto y de nuevo, no sabría cómo calificarlo, no apto para sibaritas o snobs, pero estupendo para cualquier persona que desee conocer y reconocer grandes locales históricos. No sirven en las mesas, hay que pedir en la barra y recomiendo vívamente mientras se pide buscar sitio

Yo solía frecuentar El bodegón y me encantaban sus tapas. Soy celiaca y desde que llevo una dieta sin gluten no he vuelto a probarlas. Una pena que no hagan algunos cambios y todos podamos disfrutar de todo. Ojalá que se lo planteen... igual no es tan difícil y es un paso adelante en la inclusión. ¡ Ánimo!

Pues hemos esperado mucho para comer cutremente,no merece la pena ni es barato ni nada reseñable,los calamares estaban salados