El Bistro de Antonio Aguiar en Puerto de la Cruz

Nos alojamos con Antonio en todas nuestras vacaciones aquí. Es un auténtico español con un buen dominio del alemán. Puede parecer un poco gruñón a veces, pero tiene buen corazón y está encantado de charlar. Cultiva muchas de sus propias verduras y hierbas en su finca. La paella hay que pedirla con un día de antelación y siempre nos parece deliciosa. La sangría también es muy recomendable.

Tuvimos una comida perfecta aquí, muy buena para un precio algo elevado. La comida estaba muy buena. El camarero, Antonio, fue muy amable y nos ayudó si no entendíamos algo al instante. Este restaurante es muy recomendable. Si quieres probar la paella española, tienes que encargarla con un día de antelación, pero te deleitarás con auténtica cocina española. En resumen, muy, muy bueno. ¡Gracias, Antonio!

Pequeño y elegante restaurante en una ubicación preciosa. La comida es deliciosa. Fuimos dos veces y no nos arrepentimos.

Pequeño bistrot auténtico y nada turístico regentado por el señor Antonio y su mujer. Conocer a Antonio (un anfitrión tan amable y atento) ya valió la pena viajar desde el sur de la isla. Su cocina es típica y auténtica, genuina y deliciosa. Puedes verlo por el hecho de que la mayoría de los clientes son locales o españoles. Puedes tomar platos a base de pescado y carne y hay una buena selección de tapas/entradas. Probé el atún y el bacalao como platos principales y fueron absolutamente impresionantes. Para terminar la comida, os recomiendo probar un postre elaborado por la mujer de Antonio. Su pastel de limón estuvo fabuloso. ¡Felicidades Señor Antonio y ojalá nos vea pronto!

Nos lo recomendaron en el Hotel y fue todo un acierto, la amabilidad de Antonio, el buen servicio, la alta calidad de los productos y la cocina casera que según nos dijeron era de la mano de su mujer, fueron inmejorables. A destacar el pulpo exquisito.

Cocina canaria muy sabrosa y fresca y servicio amable. ¡Podemos recomendar!

Antonio nos ha tratado estupendamente. Se nota que él y su mujer ponen cariño a la comida, pues como nos ha comentado, él trabaja con lo auténtico y lo bueno, sin dar nunca gato por liebre. Nos ha contado como el mismo se preocupa por elegir muchos de los ingredientes y ha sido muy generoso con nosotros. Lo recomendamos y sin duda volveremos.

Comida y trato excelente, muy recomendable. La ensalada y las chuletillas buenísimo.

El enclave bueno (calle peatonal pero sin tránsito prácticamente), la iluminacion de la misma hace un rincón acogedor. Ahora bien, la relación, calidad, precio, servicio deja mucho que desear. No hemos comido ni mal, ni bien, un sitio más con pretensiones exclusivas.